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La llamativa arquitectura de una villa en la Costa Azur de Francia podría ser el mayor motivo de tener el precio más alto de toda Europa. Aunque claro, pertenecer a Pierre Cardin le da aun valor agregado.
La cuestión es que villa, propiedad del diseñador de moda, situada en la Riviera francesa, está a la venta, según el tabloide británico The Sun.
Cardin adquirió la mansión llamada Palais Bulles a principios de los 90 en una subasta.
La villa a menudo albergaba grandes fiestas y espectáculos.El área del edificio es de aproximadamente 1,2 mil metros cuadrados, dice la nota.
La villa se encuentra exactamente en Théoule-sur-Mer, cerca de Cannes, Francia, y fue diseñada por el arquitecto húngaro Antti Lovag y construida entre 1975 y 1989. Fue construida para un industrial francés y luego fue comprada por el diseñador Pierre Cardin como casa de vacaciones.
La residencia de verano, de 1.200 metros cuadrados, está organizada por módulos en formas de burbujas, y consta de un vestíbulo, un salón panorámico, un anfiteatro al aire libre al borde del acantilado con capacidad para 500 personas.
Cuenta con 10 dormitorios, distintas piscinas al aire libre y varias cascadas que terminan por componer una escena idílica. Cada una de sus diez habitaciones ha sido decorada por un artista diferente, entre los que se encuentran Patrice Breteau, Jerome Tisserand, Daniel You, François Chauvin, Jêrome Tisserand y Gerard Cloarec.
Como las formas curvas son su característica fundamental, este tipo de línea se extiende en la decoración con muebles como camas, estanterías o sofás casi siempre redondos (incluso las chimeneas o televisores), diseñados por estos artistas contemporáneos, fusionando así la decoración con la arquitectura.
Las ventanas de la residencia veraniega con igualmente redondas, semejando ojos de buey. El color rosáceo de la fachada a veces invade algunos interiores, mientras que en otros se apuesta por crear contraste con un azul potente. En 2016, se completó una renovación que duró cinco años llevada a cabo por el arquitecto francés Odile Decq. El precio con el que salió a la venta esta construcción tras esta renovación es uno de los más altos de la historia para una propiedad europea: 400 millones de euros.
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