Al fin se completó la primera caravana de la humanidad, con el tercer despegue, hacia el planeta Marte, después de los realizados por Emiratos Árabes Unidos (Hope Mars Misión) el pasado 19 de julio, el de China nombrado Tianwen 1 lanzado el 23 de julio y este jueves el de Perseverance. El nuevo vuelo con el rover de la NASA, que ascendió al cielo este jueves desde Cabo Cañavera (Florida, EEUU), durará para llegar a Marte hasta el año 2021 y su misión central de encontrar vida microscópica, ya sea presente o pasada, sobre la superficie marciana, entre otras.
Sin embargo, la nave Mars 2020, que transporta el nuevo vehículo de la NASA enviado para explorar Marte, comenzó a experimentar problemas técnicos y solamente mantiene operativos sus sistemas esenciales, a pocas horas de haber despegado, según informó la agencia espacial de los Estados Unidos.
«Los datos indican que la nave espacial ingresó en un estado conocido como modo seguro, probablemente porque parte de la nave espacial se encontraba un poco más fría que lo esperado mientras (…) se encontraba en la sombra de la Tierra», dijo la NASA, que agregó que la misión estaba evaluando completamente el estado del artefacto.
El equipo que controla el rover Perseverancia a bordo de la Mars 2020 de la NASA ha recibido telemetría (datos detallados de la nave espacial) desde la nave espacial y también ha podido enviar comandos a la nave espacial, según Matt Wallace, subdirector del proyecto de la misión. El equipo, basado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, ha confirmado que la nave espacial está sana y en camino a Marte.
Wallace proporcionó una actualización más detallada sobre dos problemas durante las operaciones de lanzamiento:
“Primero, la proximidad de la nave espacial a la Tierra inmediatamente después del lanzamiento estaba saturando los receptores de la estación terrestre de la Red de Espacio Profundo de la NASA. Este es un problema conocido que hemos encontrado en otras misiones planetarias, incluso durante el lanzamiento del rover Curiosity de la NASA en 2011. El equipo de Perseverance trabajó a través de estrategias de mitigación preparadas que incluyeron desafinar los receptores y apuntar las antenas ligeramente fuera del objetivo de la nave espacial a llevar la señal dentro de un rango aceptable. Ahora estamos bloqueados en telemetría después de tomar estas medidas», explicó a través del sitio web oficial de la NASA.
“El segundo problema fue un evento transitorio que involucraba la temperatura en la nave espacial. La misión utiliza un circuito de freón líquido para llevar el calor desde el centro de la nave espacial a los radiadores en la etapa de crucero (la parte que ayuda a volar el vehículo a Marte), que tienen una vista al espacio. Monitoreamos la diferencia de temperatura entre la entrada caliente a los radiadores y la salida más fría de los radiadores. Cuando la nave espacial entró en la sombra de la Tierra, el Sol fue bloqueado temporalmente por la Tierra y la temperatura de salida bajó. Esto hizo que aumentara la diferencia entre la entrada caliente y la salida más fría. Este diferencial transitorio activó una alarma y provocó que la nave espacial pasara al modo de espera conocido como «modo seguro», dice el mismo texto.
«El modelado realizado por el equipo predijo que algo así podría ocurrir durante el eclipse, el momento en que la nave espacial está a la sombra de la Tierra, pero no pudimos crear este entorno exacto para las pruebas antes del lanzamiento. Tampoco teníamos datos de vuelo de Curiosity, porque su trayectoria no tuvo eclipse. Establecemos los límites para la diferencia de temperatura conservadoramente ajustada para activar un modo seguro. La filosofía es que es mucho mejor activar un evento de modo seguro cuando no es necesario, que perder uno que sí lo es. El modo seguro es un modo estable y aceptable para la nave espacial, y activar el modo seguro durante esta fase de transición no es problemático para Marte 2020», señaló la comunicación.
«Con la comprensión de las causas de estos problemas, estamos llevando a cabo las operaciones necesarias para mover la nave espacial de nuevo del modo seguro al modo crucero normal», concluye la noticia colgada por la NASA.
Un evento sin precedentes
Nunca antes una nave del planeta Tierra fue lanzado con el fin de buscar explícitamente vida en otro planeta. Aunque claramente el viaje a la Luna de los primeros astronautas que pusieron sus pies en el satélite natural de la Tierra, debió incluir ese objetivo.
El vehículo espacial de la NASA fue lanzado al espacio en un cohete Atlas V desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy de la NASA, este jueves a las 7:50 de la mañana, donde las condiciones de lanzamiento fueron las idóneas al fin para su aplazado lanzamiento.
Emiratos Árabes Unidos, China y ahora Estados Unidos, aprovecharon la ventana del perfecto posicionamiento terrestre en relación con Marte para el envío de esta inusual caravana de lanzamientos hacia un mismo objetivo.
El Atlas V despegó sin problemas y en torno a una hora más tarde completó todos los pasos de forma correcta hasta superar con éxito el segundo encendido de la etapa Centaur. Ahora Perseverance ya se encuentra rumbo a Marte donde llegará, de todo ir bien, el 18 de febrero de 2021 tras recorrer más de 500 millones de kilómetros.
Buscar vida en Marte
«Es la primera vez en la historia que iremos a Marte con la misión explícita de encontrar vida en otro mundo», explicó en la víspera Jim Bridenstine, administrador de la NASA, consciente de la dificultad de lograr el objetivo. «¿Vamos a poder encontrarla? No sabemos si la vida existió allí, pero sí sabemos que Marte en algún momento de su historia fue habitable», afirmó.
Además de buscar vida microbiana, el Perseverance probará producir oxígeno a partir de la atmósfera marciana, lo que sería un auténtico hito para la ambición humana de desarrollar ciudades en Marte en un futuro a largo plazo.
Pero la verdadera coronación de esta misión sui generis, será la recolección de las muestras que deberá traer a la Tierra en 2026 para ser estudiadas en profundidad. Para cumplir el último objetivo de la misión, se necesitará un nuevo lanzamiento de una nave que viaje y sea capaz de obtener lo recolectado de la superficie del planeta rojo, un reto que será «uno de los procesos más complicados y emocionantes de la misión» debido «a las duras condiciones de Marte» por la aridez del terreno y las tormentas de polvo, como apuntó Bridenstine.
Un pequeño helicóptero en Marte
La misión más ambiciosa de la NASA hasta el momento debe durar al menos 687 días, lo que equivale a un año marciano, tiempo que el rover usará para recorrer la superficie del planeta desde el cráter Jezero, donde aterrizará. Para ello, el vehículo ha evolucionado con respecto a modelos anteriores: mide 3 metros de largo, 2,7 de ancho y pesa algo más de una tonelada (1.043 kg).
El rover no llegará solo a Marte. Le acompaña un helicóptero acoplado a él. El pequeño helicóptero se nombra Ingenuity, y servirá a la NASA para tener en un futuro una mayor versatilidad sobre el terreno. Por lo pronto realizará diferentes pruebas de vuelo en la gravedad de Marte, que es dos tercios menor a la de la Tierra, lo cual supone un desafío, ya que el principio de vuelo de un helicóptero requiere de una densidad de aire suficiente para que el rotor haga su trabajo y la aeronave pueda alzar el vuelo.
Ingenuity cuenta con 2 rotores bajo un panel solar que será la fuente de alimentación principal. Ambos tendrán una velocidad de rotación de unas 2.400 revoluciones por minuto y ha supuesto un verdadero reto para los ingenieros del JPL de la NASA.
El largo viaje a Marte
La ilustración refleja las claras diferencias entre ambos planetas. A todas luces Marte parecería un planeta muerto, pero en realidad nadie sabe a ciencia cierta lo que pueda encontrar la investigación sobre la vida en ese planeta a partir de febrero del año próximo.
Las tres naves que ya viajan rumbo al planeta Marte durarán unos seis a siete meses para salir de la órbita terrestre y pueda sincronizar con la órbita más lejana que enlaza a Marte con el Sol.
Las naves deberán cubrir los 483 millones de kilómetros de distancia entre la Tierra y el planeta rojo. La ventana abierta durante este verano boreal permite acortar la distancia y ahorrar combustible.
Se sabe que hace 3 mil millones de años, Marte no era muy diferente a la Tierra. Existía agua en la superficie. Ahora se trata de profundizar en las indagaciones sobre qué sucedió y sacar las lecciones de lo que podría ocurrir con la Tierra.
«Ya hemos enviado cinco rovers y otras cuatro plataformas fijas que llegaron a la superficie de Marte y queremos ir encontrando otras respuestas y esas preguntas que respondemos nos dejan muchas más preguntas. A la vez que solo hemos explorado unos pedacitos de marte muy pequeños», dijo a la cadena colombiana Caracol la ingeniera Luz María Martínez Sierra, colombiana también, quien trabaja en la NASA.
«Uno de nuestros objetivos principales es demostrar que se puede volar un dron o mini helicóptero en la atmósfera marciana. La atmósfera de marte es casi cien veces menos densa que la de la Tierra entonces volar algo requiere mucha más capacidad para levantar el dron porque no hay la suficiente densidad. Eso es lo que se le llama un ‘tech demo'», expresó Martinez Sierra quien aseguró que las expectativas con el dron no van más allá que demostrar que se puede alzar el vuelo y hacer más de un vuelo en Marte.
El costo de esta misión es de US$2400 millones de dólares. De no lograrse reactivar los sistemas en la nave, sería un golpe mortal para las ambiciones de la NASA de colocar hombres en la Luna y luego en Marte.
(Con información de la NASA y diferentes Agencias de prensa)
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).