Perejil (José María Cabral), una de las películas dominicanas más intensas y violentas que hayamos visto, logra exponer la verdad histórica de un invisibilizado holocausto étnico nacional, para muchos innombrable todavía hoy, ha comenzado a estar disponible para los cinéfilos dominicanos.
Es una de las películas dominicanas más cruentas por sus escenas marcadas por un dramático realismo al corresponder a lo terrible y sangriento del suceso narrado: la masacre de haitianos en 1937 en la frontera dominicana.
Esa matanza fue determinada en octubre de 1937, por Rafael L. Trujillo para eliminar la presencia haitiana en el lado dominicano de la frontera. La orden era simple: matar a todo negro incapaz de pronunciar correctamente la palabra “perejil”.
Para entender la crudeza de los hechos hay que comprender que se trata del mayor exterminio humano acontecido en el país. Es nuestro holocausto.
Actualmente se presenta en el II Festival Fine Arts Hecho en Casa y desde el jueves 19 de este mes, va a los cines, teniendo todo lo que las grandes masas anhelan ver y con lo suficiente para que la crítica la hace hija adoptiva con sus lauros y comentarios.
Perejil es una producción estéticamente formidable en su diseño de arte, la atmósfera que crean su universo de sonidos, su banda musical, su edición, sus actuaciones sinceras y desgarrantes y la impecabilidad de su fotografía, especialmente en las escenas más nocturnas, no casualmente las más difíciles de iluminar.
Llaman la atención el cuidado en la construcción o recreación el clima de época logrado (muebles, ambiente, vestuario), en lo cual los responsables de su concreción debieron haberse trabajado a fondo a la luz de un resultado creíble y auténtico.
Los actores principales evitan la sobre interpretación logrando un discurso fílmico creíble con un ritmo de buen continuum de sus arcos dramáticos.
Punto luminoso aparte es la realización del guión, un concepto logrado con inteligencia y atendiendo los requerimientos de un tema tan delicado y con tantas variables expresivas.
Los hechos
El presidente haitiano Elie Lescot calculó en 1953, que la cifra de muertos en 12.168; el prestigioso historiador haitiano Jean Price-Mars sostuvo que fueron 12,136 muertes y 2419 lesiones (Wikypedia)
Joaquín Balaguer, en su condición de ministro de Relaciones Exteriores interino en el momento de la masacre, sostuvo que los asesinados fueron 17.000, pero Bernardo Vega sostiene que fueron 35,000 y los voceros trujillistas y post nacionalistas se han ocupado de divulgar que fueron dos o tres docenas de muertos nada más. (Idem), mientras que hay versiones muy de izquierdas que la cantidad de muertos en 67 mil.
No es la primera vez que el tema de la masacre se trata en nuestro cine. Ya se había hecho antes: El hoyo del diablo (Francisco Disla, 2012) que lo trato como teloncito de fondo, La isla rota (Félix Germán, 2016), que logró una reconstrucción formidable inserta en una historia bien interpretada y que se constituyó en uno de los puntos luminosos del cine en ese año.
Ver a Cabral
José María Cabral como director de cine, está definido por la coherencia, la creatividad, el talento, el compromiso social, su sentido estético, compromiso social y su adherencia a un arte cinematográfico que ilustre, divertía y estimule a difundir historia que nos identifiquen con el pasado, teniendo Hotel Coppelia como su más cercano referente en ese sentido.
José María Cabral debe ser respetado por haber logrado navegar con éxito, haciendo películas de calidad para la crítica y de atractivo para el gran público, en una industria en la cual normalmente el poder económico.
Ha sabido ser el mismo y coherente con su visión socialmente comprometida, factores a los que agrega una sólida formación académica como director de cine, por lo que sus lauros conquistados y los las puertas internacionales que ha abierto para el cine dominicano, transformando la idea de que el país no tenía una industria en capacidad de llamar la atención global e inspirar respeto.
La filmografía de Cabral está definida por Excesos (2008) de la que escribimos en El Nacional el 16 de junio de 2016. «Siendo como un director procedente de una clase media alta, ha mostrado una sensibilidad y una actitud de compromiso social que debe ser elogiada en lugar de ser condenada. Traición Oculta, (2007) fue una denuncia del efecto de la drogadicción en la juventud de clase alta, su ambiente social”.
Cabral sigue con Jaque Mate (2011), que denuncia la doble moral de los medios de comunicación; Arrobá (2013); Despertar (2014)- su cinta más independiente-; Detective Willy (2015) en la que mostró cómo dirigir a un Fausto Mata era un diamante en bruto como comediante; Carpinteros (2017), realizada en la Penitenciaría Nacional de La Victoria con sus 5,382 reclusos graduados de extras; El proyeccionista (2019), el documental Isla de Plástico (2019) advirtiendo del peligro que genera la falta de visión en el manejo de desechos y su extraordinaria ficción basada en un episodio imaginado de la Revolución de Abril de 1965 , Hotel Coppelia (2020).
Perejil era una película que había que hacer, cual catarsis nacional necesaria y sobre todo, hecha tal cual esta, en tanto muestra de la calidad del cine dominicana.
FICHA TÉCNICA
Título: Perejil
Categoría: Ficción
País: RD
Duración: 85 minutos
Género: Drama histórico
Idioma: Español / Creole
Dirección: José María Cabral
Productora: Lantica Media, Tabula Rasa Films
Producida por: Rafael Elías Muñoz
Producción ejecutiva: Albert Martínez Martín, José María Cabral
Guión: José María Cabral, Arturo Arango, Xenia Rivery, Nuri Duarte, Alán González & Joaquín Octavio González
Fotografía: Hernán Herrera
Diseño de Producción: Wilhem Pérez
Directora de Arte: Ginna Ozuna
Diseñadora de Maquillaje: Aleja Flores
Diseñadora de Vestuario: Jenire Mena Martinez
Música: Jorge Magaz
Montaje: Nacho Ruiz Capillas
Reparto: Cyndie Lundy, Ramón Emilio Candelario, Gerardo Mercedes, Juan María Almonte
SINOPSIS El año es 1937. La frontera entre República Dominicana y Haití. Marie, una joven haitiana con 9 meses de embarazo, se despide de su esposo dominicano y lo ve dirigirse al pueblo más cercano. Luego, esa noche, las casas vecinas empiezan a arder en llamas — ha iniciado el “corte” de los haitianos ordenado por Trujillo.
José Rafael Sosa periodista dominicano, editor, gestor cultural y escritor de literatura de soporte existencial y emocional a la gente , origami y comunicación masiva.