Gema 4? Michelle, Tal

 

 

 

SD. Pronto vendrán. Están locas por venir a República Dominicana. Y quienes no las conocen no saben lo que se han perdido hasta ahora, ni saben a lo que se van a enfrentar. Gema 4 es otra cosa. Por supuesto son cuatro joyas que juntas conforman una de las diademas más preciadas de la corona de la voz femenina en la música cubana.

Hay incluso quienes la consideran mejores que las legendarias Las D´Aida. Lo que sin duda son hijas del mismo pues fue la inolvidable Elena Burke quien las embulló a debutar en serio y hasta les puso nombre.

 Las integrantes originales de Gema 4 fueron Odette Tellería, Estela Guzmán, Laura Flores y Michele Alderete. Estudiaron canto, musicología y dirección coral.  En 1991, en La Habana, siendo veinteañeras quisieron demostrar que las formaciones a cappella, asentadas en música tradicional, no eran un eco del pasado. Siete años después se instalaron en Barcelona, donde emprendieron una carrera que, tras algunas convulsiones (muy en especial, la muerte de una de sus integrantes, Estela Guzmán, en el 2004), llega hasta hoy. 
«Mi familia tenía relación con Elena Burke, de Las D’Aida, y un día nos dijo que era una pena que no hubiera voces para hacer cuartetos como los de antes»explica una de las integrantes, Odette Tellería. No era un cancionero que les resultara tan extraño. «El programa de música clásica en las escuelas incluía música tradicional cubana», recuerda.

Laura Flores y Estela Guzmán grabaron con Ibrahim Ferrer y se enrolaron en alguna de las giras de Buena Vista social club. 

La desaparición de Guzmán fue una fuerte sacudida. «Fue tan duro que casi lo he borrado de mi mente»musita la cantante.

Gema 4 muy serias

Tellería, Flores y Michele Alderete renovaron el cuarteto con la israelí Tal Ben Ary, dueña de una voz prima maravillosa. Según el periódico El Español Tellería dijo que «Vino de su país sin hablar apenas castellano, con muchas ganas de cantar música cubana, que adoraba. Era la persona que podía hacer que pudiera tener ganas de cantar de nuevo».

Su identidad a cappella, sin apoyos instrumentales ni tan solo ornamentales es lo que les da pasaporte. «Es nuestra distinción. Más que lo que cantamos, es cómo lo cantamos», manifiesta. Si su pasión es el bolero, un género que cultivan en su cuarto disco, A new dream (2013), y con el que mantienen «una relación intensa», no es menos cierto que sus gustos van hasta el jazz, el gospel, el bossa nova, y hasta la canción tradicional israelí.

El cuarteto canta en español, en inglés, en yiddish y otros idiomas.

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