Orlando Jorge Mera es ya mártir nacional por el medioambiente. Dio su vida por mantenerse apegado a los principios que juró defender. Con sin declaratoria oficia, es un mártir como lo son otros que han ofrendado sus vidas por defender el planeta.
Su muerte fue producto directo de su postura de protección del medio ambiente, sin importarle la proximidad en amistad o en respaldos políticos al gobierno.
Orlando Jorge Mera, tras el impacto que ha tenido en la nación su inesperado final de su vida, queda ahora valorar lo que fue su ejemplo de humildad, de responsabilidad y de gestión efectiva y comprometida por el medio ambiente.
En cada uno de los casos a su cargo, muchos de ellos enfocados irresponsablemente por titulares anteriores del Ministerio de Medio Ambiente, Jorge Mera puso el sello de una firme actitud resolutiva, enfrentando intereses y grupos de poder, identificado con la defensa de regiones, reservas y parques nacionales.
Eso le ha costado la vida por lo que no queda mejor homenaje post mortem que el de declararle mártir nacional por el medio ambiente.
La trayectoria de Jorge Mera fue la de una persona que hizo la diferencia en lo personal, en lo social, en lo profesional, rompiendo el esquema del político tradicional que manipula, miente, falta a sus compromisos, que se encumbra en las veleidades del poder.
No es describible con palabras el impacto y el dolor que ha generado esta muerte, en un suceso ante el cual ninguna expresión de condolencia es suficiente para compensar el reconocimiento a su existencia, su ejemplo, su vida.
Su postura responsable ante una serie de frentes abiertos en los que tuvo que enfrentar intereses y sectores. Su muerte trasciende las circunstancias personales que se le atribuyen.
Lo que ha ocurrido con este suceso no es distinto, en esencia, de lo pasado en otros puntos del mundo. En Bogotá, Elsa Constanza y Mario Calderón, activistas sociales y ambientales, fueron brutalmente asesinados, por agentes de terratenientes que se sentían afectados.
No es distinto de lo acontecido en la amazonia brasileña a Chico Mendes, líder ecologista y sindical de un gremio conocido como seringueiros dedicados a la extracción del látex.
Este hecho no es distinto de la muerte brutal contra Dorothy Stang, misionera estadounidense que había adquirido la nacionalidad brasileña.
Pocos recuerdan hoy el asesinato a machetazos del guardaparques del Ministerio de Medio Ambiente, el dominicano Eligio Vargas Medrano (Meláneo), por un carbonero a quien había sorprendido en flagrante delito y que es presentado en el documental Muerte por Mil Cortes.
José Rafael Sosa periodista dominicano, editor, gestor cultural y escritor de literatura de soporte existencial y emocional a la gente , origami y comunicación masiva.