Paisaje de verano
El verde día soleado
saluda al viento con manos húmedas
y el mar le sonríe a la playa
con blancos, afilados dientes.
Ahora se sientan muy quietas
las gaviotas, cual niñeras,
y el cucú intenta por última vez
decir lo que nunca puede.
Una pareja de patos
pasea feliz por la seda del camino.
Dos brillantes estelas de alegría
han dejado tras sí sendas babosas,
mientras el sol se pone de mala gana.
Pero la montaña descansa la cabeza
suavemente, contra el abanico de la costa
y sueña su gran sueño solitario:
un cielo con estrellas, sólo suyo.
Poeta: Inger Hagerup
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Es cubana. Desde hace más de dos décadas reside en Oslo, capital de Noruega. Hace una década ha vertido sus textos en el blog La Guardarraya de Siberia. Es profesora.