Los mejores
La muerte flamea como un campo de trigo
al atardecer;
cada vida perdida en su blanco dolor
brilla ante los ojos:
Los mejores mueren siempre.
Los más fuertes, los de alma pura,
los que se atreven a construir la vida
se despiden tranquilos y avanzan
uno tras otro, hacia el Este.
Los vivos manejan el mundo,
una manada queda siempre:
los más astutos,
los segundos entre los mejores.
Los mejores son asesinados en la cárcel,
detenidos por las balas y las olas.
Los mejores no serán nuestro futuro,
los mejores se ocupan de morir.
Los recordamos con tristeza,
con todo el vacío que podemos dar.
Les traicionamos con nuestra amargura:
pobres, decepcionados muertos nuestros.
Que no quieren nuestro duelo
sino nuestro coraje y nuestro pecho.
Sólo del corazon de los valientes
ha de manar la sangre de los caídos.
Desconocidos son para muchos,
para otros, su mayor riqueza,
pues fueron los amigos de alguien,
y los padres de alguien fueron.
Enriquecen la vida que dejan,
en su recuerdo se forjan nuevos hombres.
Sobre sus tumbas escribiremos:
Los mejores se quedan para siempre.
Nordahl Grieg (1902-1943) Dramaturgo, poeta, escritor y activista noruego. Fue uno de los poetas más influyentes de su tiempo, con una extensa obra, a pesar de su temprana muerte.
(Traducción de Vanessa Gardeeng)
Es cubana. Desde hace más de dos décadas reside en Oslo, capital de Noruega. Hace una década ha vertido sus textos en el blog La Guardarraya de Siberia. Es profesora.