Esta semana he conocido a un señor de melena muy blanca, vestido a lo bolchevique, que me ha enseñado su atelier con la humildad sincera del artista que se cree cualquier otra cosa; he paseado junto al mar acompañada de una muchacha de ochenta y cinco años, liviana y pícara y suave, que me hizo cuentos de guerra; he salvado a una mariposita diminuta, toda oro y ocre, de morir ahogada en el tazón de té con vodka; y me he dado cuenta de que Sting es mi pájaro puhuy.
Camarada Majakovskij, su velita.
Esperamos tu comentario
Es cubana. Desde hace más de dos décadas reside en Oslo, capital de Noruega. Hace una década ha vertido sus textos en el blog La Guardarraya de Siberia. Es profesora.