Así como los irlandeses celebran San Patricio o los norteamericanos el 4 de Julio, en Noruega se celebra el 17 de Mayo, Día de la Constitución.
Al contrario que otros países, que festejan sus días nacionales con desfiles militares, en Noruega el 17 de Mayo es una fiesta de todos, pero especialmente para los niños; una celebración de la paz, que reúne a las familias para agradecer a Dios y al rey.
Tradicionalmente el día comienza con un desayuno fastuoso en el que se sirven delicias caseras: panes recién horneados, salmón ahumado, huevos con jamón, champán para los adultos y soda para los niños. Después del desayuno es costumbre ir a misa.
Por todo el país salen luego desfiles de miles y miles de personas vestidas con sus mejores galas, portando banderas y dando hurra alegres. En este día es particularmente hermoso observar los diversos trajes nacionales noruegos, llamados bunad, un prodigio de colores y texturas, adornados con oro y platería. Cada región del reino tiene un bunad propio, a cual más hermoso.
Otra nota de color son los monos rojos o azules de los russ, los jóvenes a punto de graduarse que celebran el fin de los 13 años de escolarización obligatoria. A la mayoría de ellos se les ve agotados el 17 de mayo, pero este cansancio no es nuevo: aunque la cúspide de su celebración es el Dia Nacional, los russ tienen sus propios desfiles, con autobuses y camionetas equipados con sistemas de sonido caros y muy potentes.
Esta es una fiesta hermosa, sentida, llena de risas y helados, flores y banderas; un pueblo civiluzado y pacífico bien la merece. ¡Hurra!
Es cubana. Desde hace más de dos décadas reside en Oslo, capital de Noruega. Hace una década ha vertido sus textos en el blog La Guardarraya de Siberia. Es profesora.