Las personas y organizaciones que reciben dinero del exterior y se encuentran activas en Nicaragua deben a partir de ahora registrarse como «agente extranjero» en el Ministerio del Interior. Una vez etiquetados como agentes, se les exige que revelen cuánto dinero reciben del exterior y se les prohíbe participar en actividades políticas. Esto significa que la nueva ley afecta a ONG y organizaciones de derechos humanos, entre otras, dicen medios europeos de prensa.
Nicaragua no es el único país que ha promulgado la controvertida ley. Se le llama popularmente «Ley de Putin» por su similitud con la regulación adoptada en Rusia en 2012. Hungría e Israel, entre otros, introdujeron una legislación similar hace unos años.
La ley «Putin» en Nicaragua es parte de tres regulaciones draconianas. Con las leyes «Ciberdelito» y «Lenguaje de odio», la dictadura de Daniel Ortega está tratando de silenciar a los críticos del régimen. La semana pasada, el Parlamento Europeo pidió sanciones contra el país centroamericano por la introducción de las controvertidas leyes. Sin embargo, se espera que las dos leyes sean aprobadas por el parlamento nicaragüense en los próximos días.
En 2018 tuvieron lugar protestas callejeras masivas en Nicaragua, que fueron brutalmente reprimidas por el gobierno. Actualmente, según la Organización de los Estados Americanos, aún quedan ciento trece presos políticos, algunos de los cuales llevan dos semanas en huelga de hambre en protesta. Según el presidente Ortega, los levantamientos de 2018 fueron posibles gracias a la ayuda externa.
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