Uno de los personajes más revolucionarios, innovadores y creativos de la música caribeña, Lee “Scratch” Perry, murió este domingo a los 85 años, en el hospital Noel Holmes de Lucea, Jamaica, donde se encontraba internado desde hace unos días, según informó el primer ministro de Jamaica Andrew Holness. Así de importante era.
Lee Perry, cuyo nombre real era Rainford Hugh Perry, fue quien le dio el empujón necesario a Marley, desde su estudio donde se cocinaban los estofados más sabrosos del reggae. «Sin él, Bob Marley quizá habría sido una flecha huérfana sin su arco», escribió acerca de él Francis Dordor, en la revista Los Inrockuptibles.
Perry le dio un vuelco a la música popular jamaiquina desde los años ‘50 del pasado siglo, a partir de la experimentación permanente.
Se convirtió en una leyenda por lo influyentes que resultaron sus enfoques que desafiaban las leyes de la física musical. Lo demuestran los apodos que se le endilgaron: «Brujo del reggae», «Salvador Dalí del dub», «The Upsetter» («El alterador»). Porque Perry fue creador del dub que fue su máxima contribución a la música, aunque también fue clave en el desarrollo del reggae, un faro para el estallido punk y un insoslayable a la hora de pensar el hip hop y la electrónica.
Junto a King Tubby crearon el dub, un ritmo hijo del reggae e hipnótico en el que el bajo y la batería tienen todo el protagonismo. Esos instrumentos fueron potenciados por los efectos que Perry usó con inventiva.
Sin él no hubiesen existido el trip hop, el drum n’ bass y el dubstep, por citar tres estilos más contemporáneos.
La distracción de determinados elementos de un ritmo y hacerlos coincidir con el núcleo melódico y rítmico de otros, era un impulso espiritual de este hombre que también creó el jungle y el rocksteady.
Sin embargo, Perry fue una pieza clave en el desarrollo del ritmo más popular de Jamaica, el reggae. En su estudio Black Ark produjo a casi todos los artistas jamaiquinos. Antes, le había cambiado la cara y el sonido a The Wailers. Se le reconoce como el padre artístico de Bob Marley. En buena lid, Black Art se convirtió en la revelación del reggae.
Lee había armado su estudio de grabación en el patio de su casa, tal vez el más influyente que ha tenido nunca Jamaica. Pero algunos años más tarde le prendió fuego, sólo para demostrar que él era “más importante que su música”.
En el punk influyó también al crear el concepto punkyreggae que luego explotó en The Clash, banda británica que en su disco debut grabó Police and Thieves, himno que compuso junto a Junior Murvin.
Perry no se quedó ahí, también coló su influencia en el hip hop, porque si bien los soundsystems ya existían antes de sus aportes, él fue uno de los que más trabajó para perfeccionar el modelo de un cantante sobre pistas y, sobre todo, la sonoridad de las bases. Artistas como Beastie Boys o Public Enemy lo idolatraban. Con los primeros grabó en Hello Nasty! (1998), en un tema que fue un homenaje en vida: Dr. Lee PhD.
Se reconoce también su asociación con la electrónica, por cuanto fue uno de los pioneros en crear estructuras rítmicas a partir de otras grabaciones. Saber dónde y qué cortar y dónde y cómo pegar. El tema Cow Thief Skank contiene lo que más tarde se llamaría “sampling”. Fue el primer dee jay tal como se le conocen hoy. Sólo que él lo hizo con tecnología más rudimentaria.
Entre sus temas más populares se encuentran: Run For Cover, Justice To The People, You Funny Boy, People Sokun Boy, Set Them Free, Skanking With Lee Perry, Water Pump, Wind Up Doll, One Drop Rockers y Labrish.
Lee Perry debió ser reconocido por los Grammy Awards por sus aportes de toda la vida. Pero no fue así. Fue ganador de un Grammy al mejor disco de reggae por Jamaicans ET, en el 2002. Y estuvo otras cuatro veces nominado posteriormente: en 2007, por The End Of An American Dream; en 2008 por Repentance; en 2010 por Revelation y en 2014 por Back On The Controls, siempre en el renglón mejor disco de reggae.
En 2015 salió, al fin, el documental Vision of Paradise de Lee Scratch Perry, cuyo estreno mundial fue en el East End Film Festival de Londres, y que ofrece una idea del mundo espiritual de Perry.
Tras el genio solitario de Lee Perry anduvo durante 15 años logrando más de 100 horas de escenas únicas, el director Volker Schaner, filmando con los Upsetters, presenciando la construcción del «Laboratorio Secreto» de Perry en Suiza, desde el principio hasta su destrucción por el fuego en 2015.
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La cinta rodada en Suiza, Jamaica, Londres y Berlín, la película también muestra escenas de Aksum y Lalibela, Etiopía.
En el año 2019 fue el lanzamiento de The Revelation of Lee «Scratch» Perry, otra película, esta vez sobre la realización de su álbum de 2010 Revelation, dirigido por Steve Marshall para State of Emergency. La película presenta imágenes íntimas detrás de escena de Perry trabajando en el estudio de su casa en los Alpes suizos y una entrevista en profundidad.
Para los interesados existe un libro titulado People Funny Boy : The genius of Lee Scratch Perry cuyo autor es David Katz y ofrece un panorama de la música jamaicana desde los años 1950 a los años 1970.
(Con información de Infobae, la revista Inrockuptibles, y el periódico argentino La Voz)
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).