El célebre percusionista cubano José Luis Quintana Fuentes, conocido artísticamente como Changuito, falleció este viernes en La Habana a los 76 años, según informó el Instituto Cubano de la Música. Changuito, muy conocido por todo percusionista que se respeta en el ámbito de la música tropical y el jazz, redefinió los límites de la batería, las congas, las pailas y realizó aportes inolvidables a la música cubana y en especial a la salsa, la timba y el jazz.
El 21 de abril del 2007, que suscribe, entrevistó al destacado maestro de la percusión, que se encontraba de visita en República Dominicana para participar en el Primer Festival de Percusión Catarey, que organizó en el Conservatorio Nacional de Música, el cantautor José Antonio Rodríguez.
EL TIMBAL ES SINCOPA
«Changuito» gritó «¡Agua!» mientras subía a la tarima. Luego saludó con sus gafas que le dan un aire de piloto de la Segunda Guerra Mundial y con su camisa hawaiana y un par de baquetas comenzó a dirigir a una verdadera orquesta sinfónica de la percusión. Detrás de él, Bobadilla, Guarionex Aquino, Eddys Sánchez, y David Almengod, sonando los cueros. Cuando empezó a calentar las manos -porque el pecho ya iba caliente con algún whisky-, el público que asistió a la inauguración del Primer Festival Internacional de Percusión, supo que estaba delante de uno de los grandes.
«Mi padre Pedro Luis Quintana Perojo, Patato Valdez, Armando Peraza, Cándido Camero, Walfredo Reyes (padre), Filiberto (padre) y Palito, que ya murió y tocó con el Chori, y mi abuelo Alfonso Pérez Morúa, El habanero, que fue quien me crió y me enseñó a tocar los timbalones de circo. Ellos fueron los que me enseñaron», dijo en exclusiva a DL.
«Changuito» fue quien le aportó el acento percutivo a Los Van Van, heredado por el hijo de Juan Formell.
Su primer instrumento son las congas -«soy concertista de ese que es mi primer instrumento», dice-, pero lo primero que aprendió fue el bongó. Desde el año 1964, en el hotel Riviera, se presentaba con uno de los padres del jazz cubano, Felipe Dulzaides, y su grupo: Rembert Egüez en el vibráfono; Sergio Vitier primero y Ahmed Barroso después, en la guitarra; Carlos del Puerto con 16 años tocando el bajo; Tony Valdez en la batería, Regino Tlechea cantante y Changuito en las congas.

Los secretos del conguero
Dice que él tiene sus secretos en los tres instrumentos: la batería, la paila y las congas. «La mano secreta la tengo escondida», dice y ríe cuando todavía no ha subido al escenario y se abraza a Luis Enrique, el salsero y cantautor nicaragüense, que es su discípulo. Uno de esos ‘secretos’ es lo que llama ‘movimiento de concepto’ en el timbal. «El timbal es síncopa. Estoy de acuerdo con la juventud, porque me siento joven. Además de la velocidad, a veces un palo o dos palos son más importantes desde el punto de vista de la síncopa. El timbal es hablar», manifiesta, quien para corroborarlo acaba de publicar un álbum titulado «Telegrafía sin hilos», grabado en Venezuela para Cacao Récord.
En el festival dice que prefería hacer su línea de concierto, «cosas aleatorias, con el timbal, el bombo, el tumtum». Estos tres días, «Changuito» vino a entregarse a los dominicanos. «Me siento feliz, vibro en esta tierra», dijo a DL. Después fue la descarga. «¡Aguaaaaa!», gritó y subió a la tarima.

Algunos datos de Changuito
José Luis Quintana Fuentes «Changuito», nació en Casablanca, La Habana, en 1948.
Obtuvo en tres ocasiones el Premio Grammy: en 1998 por el disco «Habana» (junto a Chucho Valdés y Roy Hargrove), en 2001 por «La rumba soy yo», y en 2004 por «Lágrimas Negras», el exitoso fonograma de Diego El Cigala.
Changuito fue un respetado pedagogo musical, señala el texto. Fue profesor de famosos percusionistas como Giovanni Hidalgo, Karl Perazzo (Santana), Emilio Vega, Samuel Formell y Patricio «El Chino» Diaz.
Impartió clases en instituciones como la Universidad de las Artes de Cuba, la Universidad de Puerto Rico y el Berklee College of Music, de Boston.
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José Luis Quintana fue un verdadero genio de la ritmática cubana, un innovador, uno de los creadores del ritmo Songo, que introdujo Blas Egüez y que caracterizó a Los Van Van. Era un músico que improvisaba con borbotones de admirables tipos de toques en las descargas. De hecho uno de sus conceptos fue «La mano secreta».
El año pasado a través e la cuenta de redes sociales de Giraldo Piloto, este destacado músico mostró las condiciones en que vivía en gran percusionista, olvidado por un gobierno que se ha olvidado de él y de todos en Cuba. Pedía ayuda para Changuito, quien hace unos años sufrió un ACV que lo dejó com dificultades motoras. No obstante, el maestro expresó en ese vídeo del 15 de abril del año pasado: «muchas bendiciones para todos, mucha salud, muchas energías positivas que es lo más importante», expresó, desde la casa que hablaba con graves problemas en el techo, en la puerta y sin siquiera una nevera, ni toallas.
En el año 2022, Yudianis Quintana, hija del percusionista, había solicitado al Instituto Cubano de la Música apoyar a su padre, quien necesitaba ser hospitalizado.
“Hola, solo quiero informarles algo: la salud de papi depende de una llamada del Instituto. Solo voy a esperar una respuesta. Necesito un ingreso para mi padre. Llevamos mi hermano y yo dos semanas en esto”, había exigido en Facebook.
Ese mismo Instituto Cubano de la Música dijo este viernes en una nota: «Durante su larga y exitosa carrera colaboró con multiples agrupaciones y artistas nacionales e internacionales. Su contribución fundamental a la música cubana se materializó en 1970 cuando, junto al maestro Juan Formell, fundó la orquesta Los Van Van. En esta agrupación desarrolló el Songo, innovador ritmo que fusionó elementos de la tradición musical cubana con sonoridades contemporáneas. Durante más de veinte años, su virtuosismo en los timbales y las tumbadoras devino sello distintivo de la agrupación», indicó el comunicado.

De niño, en Casablanca, le llamaban Tumbayoya. Y en Cojímar le decían Bola e teipe.
Músico autodidacta, varios miembros de su familia eran músicos, incluido su papá que era percusionista. A los 8 años de edad realizaba suplencias en la Orquesta García en Tropicana. como tumbador.
Este viernes falleció el músico. Hoy nació para siempre la leyenda.

Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).