La duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha firmado un contrato con la estadounidense Disney para grabar una voz en “off”, un trabajo por el cual la firma hará una donación a una organización que protege a los elefantes, según ha revelado este sábado el diario británico The Times.
La ex actriz de la serie “Suits” y su esposo, el príncipe Harry, anunciaron esta semana su intención de desligarse de las obligaciones como representantes de la familia real británica y “trabajar para ser financieramente independientes”, aunque pretenden seguir teniendo buena parte de las entradas anuales que les toca por ser parte de la realeza.
La reina dispone de 81 millones esterlinas anuales, garantizados por los contribuyentes del Reino, de los cuales Harry y Meghan afirman recibir solo el 5% de sus ingresos actuales.
Pero la mayoría del resto proviene del fondo del Ducado de Cornualles, dotado por más de 20 millones del príncipe Carlos, que al menos parcialmente también deben considerarse dinero público y de los cuales el segundo hijo y nuera reciben tarifas anuales relacionadas con compromisos públicos equivalentes a 2 millones.
Precisamente a ese dinero el padre podría hacer volar.
Mientras, no se pondrían en discusión los créditos para la seguridad de los jóvenes duques (otro millón) no se cuestionarían, ni la propiedad de Frogmore Cottage, una residencia inglesa que la soberana les otorgó y que reajustó a expensas de los súbditos por un total adicional de 2,4 millones de libras esterlinas.
Según el periódico británico, la colaboración de Meghan con Disney será en beneficio de la organización Elephants Without Borders (Elefantes sin fronteras), si bien no ha ofrecido más detalles sobre el contrato.
La decisión de los duques de Sussex ha provocado malestar en el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, que ha avanzado que van a mantenerse conversaciones con los duques sobre el paso que han decido dar.
La reina Isabel, de 93 años, irritada según trascendidos por el intento de Sussex de imponer el hecho consumado, ordenó la apertura de una mesa entre su personal y los del heredero al trono, Carlos, el príncipe William y los dos rebeldes, buscando una solución común “viable” en “unos días”. Pero Carlos y William, según trascendidos, parecen aún más furiosos que la soberana, ofendidos por haber sido informados del anuncio público del joven príncipe con unos pocos minutos de aviso; e ignorados cuando le rogaron que no apurara las cosas.
Precisamente al príncipe de Gales, acreditado en varias ocasiones por haber tratado de satisfacer las ansiedades e impaciencia de Harry y Meghan, ahora se le atribuye la actitud más dura, según el Times. Con una gran cantidad de ultimátum dirigido al hijo menor de la difunta Diana: ya sea un entendimiento compartido o la espada de Damocles con un corte de los fondos (públicos) hasta ahora garantizados a los duques.
Una fuente cercana a la familia real afirmó este sábado a la agencia local PA que las conversaciones entre los abogados de la Casa Real y Meghan y Harry están “progresando bien” y que tanto Harry como Meghan desean que el diálogo para establecer su futuro papel como miembros de la monarquía termine “más pronto que tarde”.
El matrimonio ha avanzado que planea dividir su tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica, presumiblemente en Canadá, donde pasaron dos meses antes de las Navidades.
The Times asegura que el hijo menor de Carlos de Inglaterra y su esposa se sintieron “disgustados” cuando Isabel II no mostró ninguna fotografía en la que aparecieran ellos en su último discurso navideño.
Junto a ella, sí que aparecían, en cambio, imágenes de su hermano, el príncipe Guillermo y su esposa, Catalina, con sus tres hijos, Carlos y Camila, así como el duque de Edimburgo.
El deseo de apartarse del resto de la familia real y el inesperado anuncio que divulgaron Harry y Meghan esta semana estuvo motivado “en parte” por “esas señales”, asegura The Times.
(Con informaciones de EFE y ANSA, entre otras fuentes)
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