Cuando piensas que todo está perdido, que las garras de lo peor de la llamada música urbana acogotan el gusto popular, llega Luis Fonsi con su gira 25 años tour.

Trae consigo el corazón en la maleta. Va de capital en capital con su música sincera, y sus letras que hablan del amor y de los avatares de la vida.

Comienza el show

Después del intro, después de la bulla inicial, de una joven embarazada como de seis meses que daba saltos, y gritos por su artista favorito, en la segunda fila de Front Stage, solo queda dejarse llevar por el rock y el cuerpo de baile, con un tren a todo dar en blanco y negro en la pantalla. Un momento retro. De absoluto fervor en el venue escogido por César Suárez Jr., el productor local.

El sonido es excelente. Sonorizar el Pabellón había sido imposible hasta ahora. Pasa la página.

Luego Vacío, con la voz en pista de Rauw Alejandro. Ovación y Se supone. Una canción un poco más lenta, después de tres ráfagas de ametralladora.

El público cantó parte de la canción y una joven a la vera de la reja exhibía un cartel que decía Se supone que te amo, y se la pasó llorando.

Fonsi saludó preguntando cómo se sentía Santo Domingo. “Tenemos casa llena esta noche. ¡Qué belleza regresar a este pais que amo tanto y que llevo conmigo siempre”!

Imagíname sin ti. “La primera canción que me abrió las puertas en el mundo entero”, expresó, y la cantó con un bonito solo de guitarra.

Luego Nada es para siempre. Interesantes las imágenes de la pantalla led. Este elemento se ha convertido en un valor agregado para los conciertos. Antes las escenografías solían ser despampanantes (como las de Ricardo Arjona, hay que reconocerlo), ahora los diseños de imágenes, e incluso la disposición de las pantallas led hasta en tres niveles, como fue el caso de la noche sabatina, ameritan un párrafo aparte.

“Quise regresar al sonido de antes. Laura Pausini no está aquí esta noche, pero están ustedes y nos vamos pa Roma”. Coro. Siempre el coro del público que se las sabe todas.

Y llega Calypso. Más movida para cerrar un segmento. Muy colorido el escenario y el cuerpo de baile.
Al final, Fonsi salió de escena y rodaron un video más bien familiar con imágenes suyas desde que era niño.

Esa calidez del artista boricua, ese inclinarse ante el público en reverencia después de cada tema, forma parte de su esencia.

También en el cine

Luis Fonsi, el ahora también actor de cine, que ha debutado en un protagónico con el filme Say a little prayer -junto a Vannessa Vásquez, Jackie Cruz, Vivian Lamoli, Angélica María, Chris Kattan, Tatanka Means, bajo la dirección de Patrick Perez Vidauri y con guión de Nancy de los Santos -Reza-, puede ser visto en las salas de cine del país, con el filme que está en cartelera desde el pasado jueves en el papel de Rafael Reza.

Pero de esto no habla. Sale del escenario y hace un cambio de ropa. Prefiere el negro, antes iba con un saco corto. Ahora con un chaleco sin mangas, también negro.

Volvió cantando Imposible, con un cambio de lenguaje estético en las imágenes de pantalla.

Regala Date la vuelta, con Nicky Jam y Sebastián Yatra que le acompañan en la pista grabada.

Sabe Fonsi cómo mezclar públicos, épocas, músicas. Probablemente esa sea la esencia de su éxito. Que su voz no es una gran voz. Más bien es una voz de escaso rango en las notas medias, pero sabe colocarla bien. Una voz pequeña pero melodiosa, con cierto vibrato que la hace cálida, cercana, como la del primo de todos que canta bien en los cumpleaños familiares.

Dicho sea de paso, en el público, en la sección VIP estaban sus padres, Alfonso Rodríguez y Delia López-Cepero, cariñosos y orgullosos de su hijo, y con ellos tíos de Fonsi y primos de San Pedro de Macorís, a quienes saludó en un momento del concierto y recibieron el apaluso del público.

Otra característica suya es que, como su coterráneo Chayanne, canta y baila junto al cuerpo de baile coreografías en las que queda siempre bien parado.

De vuelta al show

Fonsi pone un medley de temas más lentos como Llegaste tú, que grabara junto a Juan Luis Guerra, para su disco 8, lanzado en el 2014, y que escribiera inspirado en su hija Mikaela: “Desde que llegaste, vida / Le hemos hecho trampa al tiempo / Mi cura es tu abrazo / Tu suspiro una canción / Que me arrulla como el viento / Yo soy el hombre más afortunado / Me ha tocado ser / El que conoce cada línea de tu mano / El que te cuida y camina a tu lado”. Mientras pasaban poliedros en pantalla. También unió Quien te dijo eso?, del 2003… Gritar (2018) y Respira (2011).

Luego Santa Marta, tema grabado a dúo con Carlos Vives. Muy tropicales imágenes animadas en pantalla. Le pidieron Andalucía e improvisó a petición de la embarazada que se pasó la noche dando brincos. San Juan.

No me doy por vencido entregó el mayor coro de la noche. Con gafas oscuras cantó Bésame, cuerpo de baile y cámara para el público: todos bailando bachata.

Guitarra lánguida para Aquí estoy yo. Balada lenta, para entrarle a otro medley. Ukelele y cantando que esta noche es pa gozar. (Apaga la luz).

Por una mujer (del 2005). Palmadas, agradeció al público. Some body to love me (homenaje a Queen). Presentó la banda y se despidió. El público pidió otra. Pero faltaban, Échame la culpa, y cerrar con Despacito y banderas boricua y dominicana al cuello. Reverencia para Fonsi.

Luis Fonsi, reverenciando al público dominicano, al final del show (Alfonso Quiñones)
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