Luis Abinader, presidente electo de República Dominicana, tiene entre sus principales retos levantar al sector turístico, una de las principales industrias de la isla, que en 2019 sufrió una campaña de desprestigio en EEUU con grandes consecuencias y este 2020 se enfrenta a la peor crisis de su historia a causa del coronavirus.
El mandatario cuenta con un ambicioso plan turístico que contempla, entre otras cosas, nuevos modelos de gestión, como alianzas público- privadas para garantizar las inversiones en el sector. También cuenta con un plan para diversificar la oferta turística de sol y playa, con el objetivo de generar más de 10 mil millones de dólares anuales gracias a la dinamización de las economías locales.
Asimismo, Abinader planteó en su programa de campaña, que enfocará sus impulsos en generar confianza en los inversionistas internacionales con leyes claras y transparentes para nuevas inversiones en infraestructura turística, parques temáticos y la construcción de 25 mil nuevas habitaciones hoteleras que generarán unos 100 mil puesto de trabajo en cuatro años.
En ese sentido, entre sus proyectos está la construcción, entre otras cosas, de un gran centro de convenciones en Santo Domingo, y dos parques temáticos al estilo Disney o Universal Studios, que a su juicio cambiarían el perfil turístico del país.
República Dominicana tiene al turismo como uno de sus principales motores económicos, el cual aporta unos 200 mil empleos directos y otros 300 mil indirectos con un impacto del 20% al PIB. De cada 4 dólares que produce el país, uno de ellos lo genera el turismo, dice una nota publicada en la revista Reportur.com.
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