SD. Todo el santo Sábado de Gloria estuvo soleado. Luis Medrano que es dueño de una piedra mágica, que cuando él la flotaba, ahuyentaba lluvia, la gastó en estos conciertos que ha organizado a lo largo de un año en el Anfiteatro de Puerto Plata. La noche era de aniversario para chuparse los dedos, porque la cartelera era numerosa e intensa y el público local participativo y vehemente.
El comienzo tuvo que posponerse hasta las 10:00, dos horas después de lo previsto, por culpa de la lluvia intermitente como semáforo de madrugada.
Todo comenzó, al fin, cuando salieron al escenario Frederick Martínez, más Pachá que nunca, y Michael Miguel, en una tiradera para decirlo con términos de los urbanos, que concluyó muy pronto cuando El Pachá en la segunda salida le manifestó: ¨Michael Miguel, quiero reconocerlo de una vez por todas, tú eres el mejor animador que ha parido República Dominicana¨. Con lo cual muy pronto la primera figura de Telemicro hizo mutis por el foro, y no volvió a aparecer. De todos modos, ambos acentuaron qué cosa es animar. Algo que por momentos estuvo un tanto forzado en varios de los demás. Por ejemplo, Julio Clemente que es bueno y ha crecido en estas lides, desaprovechó una ocasión buenísima donde el Pachá le dio espacio para que desplegara sus dotes como animador… y se amilanó.
Por su parte, el animador de Bonao, Súper Pana, demostró que nunca escuchó los consejos que se le dieron hace 10 años, amigo, aléjese de Michael Miguel, ódielo, olvídese que existe, niéguelo antes que el gallo cante todas las veces posibles, sea Ud. mismo, búsquese y encuéntrese, que como Michael Miguel, incluyendo el timbre de voz, solamente puede haber uno. Aquiles Correa, que tiene muchas horas-tarimas, supo apartarse en un momento y echarse a un lado. La joven Audry Bremón, que salió a batirse con Correa y el de Bonao, lo hizo de manera aceptable, a pesar de que el técnico de audio se la ponía mala con el micrófono. Pero ella enseñó clase y potencial.
Sin embargo, entre todos, obviamente el que más sobresalió fue el Pachá, quien sabe salir y entrar, como un experimentado boxeador en el cuadrilátero.
Tras mucho pedir (la broma es vieja entre ellos) El Pachá logró un abrazo en público de el más impactante artista de toda la noche, que fue Toño Rosario. El Galáctico sabe convertir cada salida a escena en una oportunidad de reinventarse, sea a través de su imagen, obra de su esposa Yari, sea a través de su manera de comportarse con el público, o sea a través de sus canciones. La cuestión es que produce. Y el público delira con él. Llegó con un sobretodo, que enseguida se quitó, y cantó Beso a beso, siguió con Estúpida (con un paraguas que pidió a alguien del público), Quiero volver a empezar, Machúcalo, Dale vieja dale, Cumandé, y para cerrar otra vez Dale vieja dale, el merengue del año, una versión suya del rock de Ulises Bueno, grabado por el grupo argentino Los Pugliese.
Toño precedió a Tony Dize y a David Kada, para quienes ya quedó menos público. Hubiese sido mejor colocar al puertorriqueño en el centro del show y no al final, sobre todo con la persistente llovizna.
El primero en subir a tarima había sido Wason Brazobán, quien estuvo muy lejos de una buena noche. La voz ronca, esforzándose por dar bien las notas, malogró que fuese sobresaliente su presentación, a pesar del innegable impacto de su repertorio que empezó entonando Contigo en la cabeza, para seguir con Tu ausencia, y hacer que las mujeres del Anfiteatro saltaran como resortes, desde los primeros compases de su hit desde el 2016 La mujer que a mí me gusta, para continuar con Tú eres mi reina, aquella popular canción de sus inicios cuando el grupo Negros, con intertextualidad de Pablo Neruda. Wason prosiguió con otro hit de los nuevos, La mala, coreado y aplaudido. Tú me cambiaste la vida, y Tal parece que yo, dos de las canciones de siempre, que le ganaron la ovación en la despedida.
Johnny Ventura, a los 78 años recién estrenados, sigue siendo un coloso de la música dominicana, que con cada año que pasa, gana en solera, como los buenos vinos. Si hay marca país en la música dominicana, El Caballo es una de ellas, de las primeras y de las principales. Como estuvo en el primer concierto celebrado hace un año, regresó como invitado especial, para festejar el aniversario del sitio que ha movido el turismo en esta parte del país, que hace un año estaba todavía en baja. Fue bueno constatar que los hoteles estaban la mayoría al 100 por ciento de capacidad en la zona.
Johnny llegó, pues, cantando El Cuavero y desafiando la impertinencia de la lluvia, para continuar en tiempo de merengue con Matilda, ese memorable calypso de los años 30, que Harry Belafonte transformó en un éxito mundial a partir de 1953. Siguió con Cabo e vela, un clásico de los 70, que tiene uno de los pasajes quizás más sorprendentes y más exigentes de virtuosismo por parte de los saxofonistas, de la historia del merengue. Puso Patacón pisao, del colombiano Ramón A. Chaverra, nacido en el Chocó, quien compuso el tema un día en Medellín, por el 84, añorando la comida típica de su región, pescado con patacón pisao. El Caballo y su orquesta cerraron con el corrido mexicano en tiempo de merengue Allá en el rancho grande.
El Galán del Merengue Eddy Herrera también se enfrentó a la lluvia, pero lo hizo después que Fausto Mata, Tony Pascual ¨Pachulí¨y Aquiles Correa, agotaran un turno, mientras desmontaban una orquesta y montaban la otra, con chistes, y rutinas, con lo cual también invitaron al público a ver Sanky Panky 3, la película que con dirección de Transfor Ortíz y producción de Carlos Nido, se rodó en Puerto Rico y se encuentra en las pantallas de los cines actualmente.
Eddy celebró el aniversario del Anfiteatro con La bailadora, El vicio de sus labios, Para toda la vida, y la muy aplaudida versión del tema de Romeo Santos, Sobredosis. Antes de cantar Ajena, dijo que por primera vez expresaba ante la prensa presente, que con este concierto comenzaba a festejar los 28 años de vida artística en solitario, después de su salida de la orquesta de Wilfrido Vargas. El recordatorio fue aplaudido por el público.
La música urbana estuvo representada por el Rey del Freestyle, Mozart la Para, quien no tiene competidor en la improvisación. I Wanna Gate Hight dio pie a Levántate, hizo un trap a dúo con Alexlc, a quien invitó para que cantase My drama, un tema que evidencia que el joven puede ser el próximo cantante urbano en convertirse en uno de los líderes, pues tiene potencial para ello, tanto en lírica, como en imagen. Después prosiguió con Bye bye y Primero que Kanye. Mozart cerró con Pa´gozar, no sin antes haber hecho su demostración de improvisación al realizar una crónica cantada de lo que había sucedido hasta el momento en el aniversario del Anfiteatro de Puerto Plata, que producido por Emporio Luis Medrano, fue respaldado por la Presidencia, el Ministerio de Turismo y la Alcaldía de Puerto Plata.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).