Robert DuBoise fue liberado este jueves 27 de agosto de una prisión en la que pasó cerca de 37 años, purgando una condena por un delito que no cometió.
La causa de su liebración fu el hallazgo este mes de unas muestras de ADN que se creían pérdidas desde 1983, cuando fue acusado de matar y violar a una joven en Tampa (Florida, EEUU), informó este jueves la Fiscalía de Hillsborough.
DuBoise, de 55 años, habría salido este jueves caminando de la Institución Correccional Hardee tras cerca de 37 años y después de que se cotejara su ADN con una muestra hallada en el kit de la violación que se creía perdido, detalló el fiscal. “Pido disculpas al señor DuBoise en nombre de todo el sistema judicial”, dijo el fiscal estatal de Hillsborough, Andrew Warren, quien aceptó que no podrán “devolverle el tiempo que perdió”.
El fiscal Warren, quien formó un equipo especial para indagar este tipo de casos, admitió que DuBoisee fue “condenado injustamente” tras realizar una investigación por cerca de un año. “La familia de la víctima, Barbara Grams, merece tener la verdad, y esta nueva evidencia ayuda a revelar esa verdad a todos nosotros”, dijo el fiscal.
Warren indicó que en 1983 las pruebas de ADN forense no estaban lo suficientemente avanzadas, por lo que los kits de violación se almacenaron. El kit fue encontrado este mes por una abogada con las con las muestras de ADN “intactas” en la Oficina del Médico Forense de Hillsborough. Los resultados mostraron que el ADN de DuBoise no estaba en esas muestras, pero sí el de otros dos hombres.
La Fiscalía reconoció que las pruebas utilizadas para condenar originalmente a DuBoise en su juicio fueron “muy limitadas y poco fiables”. La única evidencia física que lo colocó en la escena fue una supuesta marca de mordida en el rostro de la víctima que, según un experto, coincidía con DuBoise.
La comunidad científica ahora considera que la evidencia con marcas de mordida no es confiable para identificar a los perpetradores en casos criminales como este, y un experto actual ha determinado que la lesión no fue, de hecho, una marca de mordida. “A pesar de todas las salvaguardas en nuestro sistema, cuando la ciencia nos dice que hemos condenado a la persona equivocada, debemos escuchar y actuar”, dijo Warren. “Las condenas erróneas erosionan los cimientos de nuestro sistema judicial. Durante 37 años, hemos tenido a un hombre inocente encerrado en prisión, mientras que el verdadero perpetrador nunca fue responsabilizado por este crimen atroz”, se lamentó el fiscal Warren.
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