MIAMI. La relación de pareja hombre-mujer ha ido evolucionando y cambiando como todo ser vivo. La pareja es un ente diferente a las dos partes que la conforman. Crece y cambia, pasando por tres etapas. Mira a tu alrededor y encontrarás muchas parejas que se han quedado en la primera etapa.
Etapa tradicional
- Muy común entre personas de más edad, aunque tristemente existen jóvenes que piensan así.
- El hombre es el experto y proveedor que se relaciona con “el mundo externo”. Es el machismo del que tanto se habla. No sabe manejar afectos, no es tierno, ni dulce. En el fondo es un hombre débil, necesita mantener a su mujer bajo el yugo para no sentirse inseguro y amenazado por ella.
- La mujer es pasiva, tranquila y sometida. Lo primero para ella es ser madre y esposa. Lo que sabe proveer es afecto, apoyo y seguridad emocional. Su mundo es la casa, los niños, la comida y la familia. Trabajar, ganar dinero y compartir en esos campos la asusta porque no está preparada para eso.
- En esta situación es muy difícil desarrollar un nosotros. No son dos seres completos y cada uno espera que el otro le dé lo que no tiene y que solo se lo puede dar sí mismo. Este es uno de los patrones que a menudo se trata en terapia de parejas.
Pareja en transición:
- Es la segunda etapa de evolución.
- Esta mujer ya sabe que existe un mundo “allá fuera” que no es el de la casa y los niños. Se ha preparado y estudiado y acepta su parte “masculina”. Se va mas allá de sus roles de madre y esposa. Descubre el poder y las satisfacciones que dan una carrera, un trabajo.
- El hombre acepta y descubre su parte “femenina”, es decir, entiende que puede ser gentil, comprensivo, receptivo y sensible. Esto lo lleva a ser compañero y a nutrir afectivamente a otros.
- Ambos se sienten desorientados, perdidos e inseguros. Ella se queja de que él se ha tornado demasiado “blandito” y sensible y que ya no se siente protegida, y él de la independencia de la mujer, de su seguridad excesiva y la acusa de ser dominante.
Pareja del futuro:
- Es la solución al drama de la relación hombre-mujer.
- Se caracteriza por el desarrollo del hombre y la mujer a su máxima expresión. Un hombre completo se casa con una mujer completa. Queda atrás la famosa media naranja, y el hombre mutilado de sentimientos y afectos que nos da esta sociedad para dar paso al hombre completo, con su parte masculina y “femenina” funcionando a todo dar.
- Lo mismo debe pasar con la mujer. Ya no puede ser la pasiva ama de casa que no sabe defenderse, ni luchar por sus creencias y metas.
- El hombre sensible y firme acepta y trabaja con su vulnerabilidad, así como con su coraje y en relación de igualdad con la mujer.
- Ella, por su lado, puede verse como una mujer sensible pero consciente de su libertad y alternativas para su continuo desarrollo personal.
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Dra. Nancy Alvarez Psicología Clínica con maestría y post grados en terapia familiar de pareja y sexual. Miembro del Board Americano de Sexualidad y de APA.