Aún en el exterior de la célula, los orgánulos mantienen la capacidad de «respirar». Representación artística en 3 dimensiones de mitocondrias. (cortesía de iStock/wir0man)

Mientras objetos inteligentes creados por el hombre se mueven por la parte exterior del Sistema Solar, aún el cuerpo humano nos sorprende con el descubrimiento de nuevos componentes o aspectos desconocidos hasta la fecha.

El científico francés Alain R. Thierry y su equipo, de la Universidad de Montpellier junto a un equipo de la Universidad de Diderot en París, han dado a conocer el pasado 19 de enero en la revista The FASEB Journal, el artículo titulado Blood contains circulating cell-free respiratory competent mitochondria, en el que por primera vez se da a conocer el hallazgo de mitocondrias funcionales que circulan libremente por el torrente sanguíneo.

Las mitocondrias son las estructuras celulares responsables de obtener la energía necesaria para el funcionamiento de la célula y cuentan con su propio ADN. Estas derivan de bacterias cuya simbiosis con otros microorganismos unicelulares, las arqueas, de las que se originaron las células eucariotas que componen los animales y las plantas, entre otros organismos, plantea el artículo.

Thierry y sus colaboradores profundizaron el estudio de moléculas de material genético, teniendo en cuenta que las plaquetas presentan la capacidad de secretar mitocondrias, lo que solo ocurre bajo condiciones muy concretas. La detección de elementos mitocondriales, como el ADN, en el exterior celular, resulta mucho más frecuente y, a menudo, constituye un indicador de procesos patológicos.

La sorpresa de los investigadores, estuvo dada por el hecho de que al iniciar la investigación con el análisis de muestras de plasma sanguíneo procedentes de sujetos sanos y cuantificar el ADN, reveló que este fluido contiene mayor cantidad de ácido desoxirribonucleico de origen mitocondrial que nuclear.

El material genético de las mitocondrias, a diferencia del ADN almacenado en el núcleo celular, no tiene histonas. Es decir, no presenta una estructura estable que lo proteja, y por lo tanto resulta más susceptible a los procesos de degradación.

Por esta razón, los científicos postularon la existencia de algún tipo de sistema capaz de encapsular y preservar la integridad del ADN mitocondrial. A fin de corroborar esta hipótesis, aislaron, mediante centrifugación y filtración, los distintos componentes del plasma hasta hallar lo que parecían mitocondrias intactas y libres; fuera del entorno celular. Estos orgánulos, además de constituir el origen del material genético detectado, resultaron viables y funcionales, capaces de consumir el oxígeno necesario para realizar el proceso de respiración celular.

Futuros experimentos intentarán dilucidar que función realizan las mitocondrias en el torrente sanguíneo. Desde ya los autores sugieren que los orgánulos podrían actuar como una suerte de mensajeros entre células; pues el estudio muestra que, además de las plaquetas, tanto las células normales como las tumorales también pueden secretar mitocondria.

(Referencia: «Blood contains circulating cell-free respiratory competent mitochondria», de Z. Al Amir Dache et al., en The FASEB Journal, publicado el 19 de enero de 2020.)

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