BOULDER, COLORADO, EU. La difusión de ideas en la comunidad científica a menudo se considera una competencia, en la que las buenas ideas se difunden aún más debido a una mayor aptitud intrínseca, y el número de citas y citas de publicaciones se correlaciona con la importancia y el impacto, dice un resumen publicado en la revista científica EPJ Data Science.
Sin embargo, se sabe relativamente poco acerca de cómo los factores estructurales influyen en la difusión de ideas y, específicamente, cómo el origen de una idea puede influir en la difusión.
Un equipo de investigadores se dio a la tarea de estudiar el papel de las redes de contratación de docentes, que encarnan el conjunto de transiciones de investigador del doctorado a las instituciones de la facultad, en la configuración de la difusión de ideas en informática, y la importancia de dónde se origina una idea en la red. Dicho en otras palabras, todo depende de qué universidad o centro de investigación provenga la noticia.
Tras zambullirse en datos completos sobre los eventos de contratación de 5032 profesores en los 205 departamentos de doctorado en ciencias informáticas en los EE. UU. Y Canadá, y sobre el calendario y los títulos de 200,476 publicaciones asociadas, pudieron demostrar empíricamente que la contratación de profesores puede facilitar y facilita la difusión de ideas en la ciencia.
Encontraron que la investigación de instituciones prestigiosas se extiende más rápida y completamente que un trabajo de calidad similar que se origina en instituciones menos prestigiosas. Sus análisis establecen los compromisos teóricos entre el prestigio universitario y la calidad de las ideas necesarias para una circulación eficiente. Los resultados establecen la contratación de docentes como un mecanismo subyacente que impulsa la persistente ventaja epistémica observada por las instituciones de élite, y proporciona un límite teórico más bajo para el impacto de la desigualdad estructural en la formación de la difusión de ideas en la ciencia.
El equipo está encabezado por Allison C. Morgan, investigadora de la Universidad de Colorado en Boulder y autora principal del estudio. «Eso implica que, manteniendo constante la calidad de una idea, el lugar donde esta nace determina cuán lejos llegará», señala Aaron Clauset, coautora del trabajo junto también, junto a Dmitri J. Economou y Samuel F. Way.
Eso no solo es injusto, sino que pone de relieve «una gran debilidad en nuestra forma de hacer ciencia», opina Simon DeDeo, profesor de ciencias sociales y de la decisión de la Universidad Carnegie Mellon, quien no participó en el estudio. Hay muchos investigadores altamente capacitados que no terminan en instituciones de primer nivel. «[Esas personas] están generando buenas ideas que sabemos que se están perdiendo», añade DeDeo. «Nuestra ciencia, nuestro sistema académico, no es tan bueno como podría ser debido a ello», según ha escrito en Scientif American, la especialista Viviane Callier.
Referencia: «Prestige drives epistemic inequality in the diffusion of scientific ideas», Allison C. Morgan et al en EPJ Data Science, vol. 7:40, diciembre de 2018.
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