MIAMI. El término “dieta mediterránea” debería llamarse “estilo de vida mediterráneo”. Lo pienso así porque los países que viven con esta “cultura”, llevan un estilo de vida muy particular.
Esta “dieta” mediterránea ha pasado de generación en generación a lo largo de varios siglos, convirtiéndose en una herencia cultural en todos los países europeos que la practican. Con el pasar de los años, ha ido evolucionando, pero para mí incluye costumbres, recetas y hasta un factor de clima. Se dice que todo esto en conjunto, beneficia la salud, ayuda a controlar el peso, incrementa la sensación de bienestar físico y mejora el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Se mencionan siempre, mi amado aceite de oliva como la grasa principal, el consumo de las verduras y cereales frescos, se cuida el balance en las porciones, se promueve el uso de pescados frescos y huevos y se limitan las carnes rojas.
Pero, poco se habla de estos factores:
- Se consume mucho cerdo, mayormente lomo y solomillo, ambos por su maravilloso valor nutricional y bajo contenido de grasa. Es vista como versátil, balanceada y pilar de una dieta saludable.
- Se cocina mucho en casa.
- Se respeta la temporalidad de los ingredientes.
- Se apoya el producto local y orgánico.
- Las recetas son simples, más a la plancha, al horno, a la leña y al vapor.
- Se usan muchas hierbas frescas, que aportan además de sabor, aroma y color, mucha nutrición.
- La calidad del ingrediente es excelente, lo que hace que todo sepa más sabroso.
- La comida “rápida” y procesada no existe en su vocabulario.
- Se almuerza fuerte, se cena ligero y se hacen algunos snacks.
- Se consume vino con moderación.
- El pan y las pastas sí están permitidas, pero de buena calidad y con moderación.
- Y más importante aún, se camina, se camina y se camina. Se vive una vida inmensamente activa desde que te levantas, hasta que te acuestas.
En mi libro La Cocina No Muerde pregunto “¿en qué momento empezamos a creer ser más astutos comiendo rápido y barato?”. Mi gente, vamos a volver a la cocina, vamos a seguir un estilo de vida mediterráneo y protejamos esta cultura para que las próximas generaciones la disfruten. Comer bien, nos hará sentir bien y vivir más saludables. No te dejes amenazar por la falta de tiempo y el factor “fast”.
Bloggero, diseñador web, amante del campo y del café en buena compañía!