MIAMI. Seguro has probado el curry. El verde, el rojo, alguno naranja o más amarillo y uno más o menos picante. Lo usan en Jamaica, Marruecos, Haití, Thailandia, en India y otros países de Asia. El curry en realidad es como un adobo o sazón, o sea, una combinación de ingredientes que cada país y región prepara según su tradición. Pero su ingrediente principal es el turmeric, mejor conocido en la cocina peruana como cúrcuma.
Hace unos años, cuando visité Marruecos, me llamó la atención descubrir que la cúrcuma es familia del jengibre. Lucen muy parecidos e incluso, se usa también como colorante para la mostaza pues pinta amarillo, así como el azafrán y al ají amarillo de Perú. Por eso hay lugares donde se da a conocer como el azafrán indio y en Colombia le llaman azafrán de raíz.
En la sección de especias en el supermercado, encontrarás una versión básica, suave y casi siempre sin picante. Pero si vas a alguna tienda especializada, ya sea online o un mercado asiático, la lista de opciones será inmensa.
La cúrcuma ha revelado ser medicinal y hay quienes la llaman milagrosa. Tiene propiedades antiinflamatorias, digestivas, antioxidantes, desintoxicantes, cardioprotectoras y, como si fuera poco, dicen que ayuda al hígado, la piel, al sistema inmunitario, las alergias, las úlceras, el colon y hasta ayuda con la absorción de grasas. Hay hasta estudios que indican que ayuda a perder peso, pues limita la extensión del tejido graso.
Dicen también que es un buen descongestionante, que ayuda con la artritis, que puede ayudar a bajar los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos en la sangre. Se agrega en la dieta de pacientes de quimioterapia, se le atribuye un efecto rejuvenecedor de la piel, ayuda a eliminar las toxinas, y a mantener la piel sana.
Tanto el curry como la cúrcuma se tienen que usar con moderación, pues su sabor es fuerte. Pero cuando se agrega a una salsa, ya sea de leche, leche de almendras, de coco o yogurt griego, cambia la vida en boca. Llévalo a un batido, a una mayonesa, a un hummus, a una ensalada fría de papa, pollo o atún. Y claro que marinar la carne, el pollo, los mariscos o el cerdo con ella, es buena idea. Por suerte el cilantro también le sienta muy, pero que muy bien.
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