SD. El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), José Antonio Rodríguez, sostuvo una reunión con el reconocido artista africano Salif Keita, sobre el proyecto “Presencia por la Paz”, dando seguimiento a la decisión adoptada en octubre pasado por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO, en donde se aprobó a unanimidad esta iniciativa cultural sin precedentes, propuesta por la República Dominicana.
El embajador Rodríguez, presentó en nombre de ese órgano de las Naciones Unidas, la propuesta sociocultural que ha sido concebida para promover y fortalecer la labor, la misión y el papel de la Organización a escala mundial, a través de la ejecución de actividades culturales, iniciando con un gran concierto por la paz, que se celebrará en noviembre de 2020, en el marco de la conmemoración del 75 aniversario de la fundación de la UNESCO.
Salif Keita, también conocido como “La Voz de Oro africana”, dijo sentirse plenamente motivado a participar en un proyecto de tal magnitud.
“No podría decirle que no a un proyecto como este, mas tratándose de la paz mundial”, dijo visiblemente emocionado el artista y autor de la canción “La difference”.
Hasta el momento, un grupo significativo de embajadores y representantes permanentes ante la UNESCO, junto a un número considerable de personalidades mundialmente reconocidas, han expresado su entusiasmo y adhesión a esta iniciativa cultural excepcional, que se presentó por primera vez en noviembre de 2017, durante la 202a reunión del Consejo Ejecutivo.
Sobre Salif Keita:
Renombrado cantante y compositor del pop, es descendiente directo del rey Sundiata Keita (1190-1255), fundador del Imperio de Malí.
Nació en una aldea llamada Djoliba, en el centro-suroeste del Sudán francés (colonia del Imperio francés entre 1879 y 1960), a 40 km al sudoeste de Bamako (capital de Malí), en el seno de una familia de descendientes del rey Sundiata Keïta, por lo que eran considerados nobles.
Keita fue marginado por su familia y apartado de su sociedad por ser albino, signo de mala suerte en la cultura mandinga.
En 1984, se trasladó a París para alcanzar una mayor audiencia. Su música combina ritmos tradicionales de África Occidental e influencias de Europa y América, a la vez que mantiene un estilo general de música islámica.
Ha triunfado en Europa como uno de los grandes cantantes africanos.
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