PUERTO PLATA. La maravilla de descubrir un nuevo lugar, dejarse impactar por su belleza, es una actitud de inteligencia. Lo hizo Gilberto Santa Rosa, desde que llegó al hotel Atmosphere, donde se alojó con su banda. Y aunque había estado en Puerto Plata no conocía ese cómodo y discreto hotel, ni se había presentado en el Anfiteatro.
Y lo dijo después que María del Carmen Hernández y Euclides López le anunciaran en la clausura del 1er Dominican Festival Rum, celebrado este fin de semana en Puerto Plata.
Gilberto Santa Rosa, quien próximamente se presentará por primera vez en su vida en La Habana, apareció en escena cantando Déjate querer una canción del cubano Donato Poveda, grabada originalmente por Willy Chirino e incluida en las producciones Mis favoritas, Asere y Lo esencial, y de la cual Santa Rosa ha hecho una interpretación tan suya que parece que solo él la ha interpretado. Antes de la coda, la banda convierte la salsa en un instrumental de bolero que luego se transforma nuevamente en salsa, ocasión en la que Gilberto se las luce, descargando en un solo con las pailas. Luego la corista sale a proscenio y junto a él se ponen a marcar una bonita coreografía, para ir diciendo al público, «Señores, aquí hay producción».
Una buena técnica de Gilberto en esta gira titulada 40 y … contando es que empata seguido una y otra canción, para no dar respiro al público, en un crescendo, donde va colocando las cosas en su sitio, con la sabiduría de cuatro décadas en tarimas.
Así que une Vino tinto, de la cubana Mariasela Verena, con un jadeo traído del guaguancó. Luego Un montón de estrellas, del también cubano Polo Montañez a quien no pudo conocer, por la muerte a destiempo del compositor y trovador que comenzaba a tener repercusión internacional, sobre todo en Colombia. ¿Hay que decir que cada una de las canciones fuer coreada y aplaudida? ¿Hay que decir que algunos siempre se liaron en un baile, bien unidos?
Siguió con Yo no te pido, con ese «Alalalaila lala laila», invocación llegada del mundo de la rumba, y tiene que ser porque el compositor es el cubano Jorge Luis Piloto.
Público de pie todo el tiempo. Empata con Conciencia del panameño Omar Alfanno. «La conciencia me dice que la debo olvidar, el corazón me grita que no puedo…» pura filosofía popular.
Entonces saludó «Siempre que estoy en este país estoy de fiesta… yo también soy un poco dominicano… la primera vez que vine fue en el 88 y mis compañeros de la industria me dijeron, para que tú vas para allá si allá los salseros no tienen vida… se equivocaron. Uds son el país más feliz del mundo. Me encanta la alegría de uds que nos contagia a los que visitamos… Celebro 41 años como cantante; empecé en septiembre pasado en el Teatro Nacional de Santo Domingo celebrando los 40 años y ya voy por 41».
Dijo que es un salsero amargado, por el tipo de las canciones de desamor que canta.
Así que se cantó una canción feliz Derroche, del dominicano Manuel Jiménez. Una joven subió y le regaló una flor. La corista y dos músicos salieron alante y bailaron junto a él una coreografía.
Almas gemelas otra canción de Jorge Luis Piloto, agotó su espacio en el listado de canciones que se gozó el repleto Anfiteatro de Puerto Plata, en la clausura del 1er Festival Dominicano del Ron, organizado por el Cluster Turístico de esa zona.
«Acabo de hacer un disco», anunció y cantó El amor de los amores, una canción alegre, nueva, firmada por Juan José Hernández, otro cubano radicado en Puerto Rico, autor, dicho sea de paso de Conteo regresivo.
Después puso el bolero No pensé enamorarme otra vez, a dúo con la trompetista y al final salió la corista también. Este tema de la firma de Piloto, pertenece al memorable álbum Viceversa que abriera con Un montón de estrellas de Polo Montañez y cerrara con El refrán se te olvidó, de José A. Pinares, que interpretara Celina González originalmente.
Más movida fue otra de Omar Alfanno Vivir sin ella. Que fue seguida por un tema que fue un hit en los 80-90 en Cuba, por su autor Luis Emilio Ríos con el grupo Raison, Qué manera de quererte, de la cual Gilberto ha hecho un hit internacional. Aquí, además de cantar tocó las maracas. El arreglo incluye una sección jazzeada con los metales delante que deja un sabor tipo big band.
«Sobre esta canción me dijeron que no iba a ningún lado. Fue tema de una pareja dentro de la telenovela original de El Clon». Y cantó del compositor argentino radicado en República Dominicana, Gustavo Márquez, Mentiras.
Gilberto narró que Victor Manuelle le escribió una canción muy triste y hermosa. Y cantó La Soledad, donde el coro general se escuchó hasta la mitad del océano Atlántico.
No perdió la oportunidad de realizarle un homenaje a su gran amigo Joseito Mateo, el recientemente fallecido Rey del Merengue. Lo hizo con un medley de merengues que incluyó Jardinera y Los algodones, entre otras.
Llegó el momento de presentar uno a uno los miembros de su orquesta y con ello la coda final del concierto. Llegó también el tiempo del muy pedido Conteo regresivo, una de las canciones más esperadas. De la finada trovadora cubana Sara González hizo Amor de millones (más conocida como Amor mío no te vayas). Y ahí empató con otra de ese Cervantes de la música tropical que es Omar Alfanno, autor de Sin voluntad; seguida de No quiero na regalao, de Perín Vasquez y Perdóname también de Jorge Luis Piloto, donde incluyó improvisaciones sobre Puerto Plata y un cambio de ritmo medio en tiempo de pop.
El final de finales llegó en tiempo del bolero Que alguien me diga, de Omar Alfanno, donde hubo trompeta con sordina. Y dejó para cerrar el tema de Javier Montes Quiles, panameño que integró el grupo Son By Four, La agarro bajando.
La gente bailando. Más de dos horas de concierto.
«Gilberto está encantado con Puerto Plata. Regresaremos en dos años al anfiteatro», aseguró a Notaclave.com Rafo Muñiz, el manager de Santa Rosa.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).