SD. Miren bien la foto, es un hombre de los denominados ¨homo erectus¨, noten la conformación del rostro, la frente, su tamaño. Esa frente estrecha y muy atrás respecto al rostro no permitía un normal desarrollo del cerebro.
Sencillamente no existía espacio para que la masa cerebral pudiese crecer armónicamente, no cabía en el cráneo.
Hace cuatro años, en el programa televisivo que conduzco (El Atico), hablamos de los inicios de la humanidad, ligados a los inicio de la gastronomía.
Fue contundente descubrir cuantos cambios había creado el fuego.
El hombre ¨cavernícola¨ no cazaba, no tenía armas, no sabía construir trampas.
Ese hombre comía fruta, tubérculos, semillas y era carroñero, comía lo que los predadores dejaban después de matar y comer animales.
El ser llegaba por último y terminaba la poca carne que quedaba.
Carne dura, durísima, carne que hacía que los músculos de la mandíbula se hicieran cada vez más fuertes, ocupando espacio que sacaban a la parte superior del cráneo, a la frente, bloqueando la posibilidad de ampliar espacio en esa parte.
Llego el fuego, hace 700 mil años, y cambió todo: desde moldear madera dura para hacer armas, hasta cocinar la carne.
Esas últimas palabras tienen un sentido muy importante: la comida cocinada no era tan dura, la carne se ponía mas tierna, duraba mucho más tiempo, procuraba proteínas nobles,los músculos de la mandíbula no hacían gran esfuerzo, con el tiempo se desarrollaba mucho mas ese espacio que necesitaba el cerebro para crecer y hacer en manera que el hombre pudiera pensar más y crear una serie de comodidades que necesitaba.
Encontró el modo de crear fuego con dos palos de madera seca con piedras que contenían piritas de hierro.
Pudiendo generar fuego, los Hombres no dependían de las causas naturales para poder utilizarlo y tenían mayor facilidad para trasladarse sin preocupaciones meteorológicas. Encontraron nuevos espacios para vivir.
Con el tiempo, ese problema que el homo erectus tenía con su cráneo que no permitía el desarrollo de su cerebro, se solucionó y ya en el quinto milenio antes de Cristo se podía notar un cráneo mucho mas desarrollado y generoso en medidas.
En ese período nacieron muchas civilizaciones, piensen en las orientales y en la egipcia, pueblos que dejaron huellas de alta cultura.
Queda una pregunta: ¿es verdad que el fuego ayudó a que el hombre fuera más inteligente, más creativo, más inventor?
No podemos dar una respuesta totalmente afirmativa pero, analizando lo que encontramos en ese programa acerca del fuego…sí. Debemos agradecer al fuego y su descubrimiento esa tendencia. Fuego… ¡no solo para quemar!
Bloggero, diseñador web, amante del campo y del café en buena compañía!