El gobierno francés ha prohibido el uso del lenguaje inclusivo en los colegios por considerar que «constituyen un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura». La medida fue catalogada por los opositores como una «aberración que pone en peligro las lenguas».
Se trata de una discusión mucho más profunda que el solo carácter lingüístico. Se trata de un debate en la esfera de lo social, de lo sociolingüístico, lo político y cultural. Pero ojo, no es lo mismo recuperar y convertir en lengua oficial una lengua nativa de un pueblo indígena, a convertir en oficial el uso de las x, las e, las @, entre otros símbolos, por unas pocas personas que no se ven representadas en esa forma de hablar.
El ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer ha señalado que la adoptación de este tipo de lenguaje modifica el «respeto de las reglas de concordancia» esperadas en el marco de los programas de enseñanza, según publicó el influyente periódico francés Le Figaro.
«Constituye un obstáculo a la comprensión de la escritura», que puede afectar a la lectura en voz alta y a la pronunciación, ha manifestado el ministro. Dijo que los principales perjudicados son los niños que padecen ciertas discapacidades o problemas de aprendizaje.
No obstante Blanquer fomentó la feminización de las profesiones. «La elección de ejemplos o afirmaciones en una situación docente debe respetar la igualdad entre niñas y niños, tanto a través de la feminización de términos como a través de la lucha contra las representaciones estereotipadas», destacó.
Esos modelos inadecuados de Elles o ellxs son las reales aberraciones de los idiomas. De seguir por ese camino pronto no existirán ellas y ellos, han opinado algunos expertos.
La inquietud respecto del lenguaje inclusivo está presente en los diarios, en la televisión, en las redes sociales, en las movilizaciones, en las calles, en la academia, en la escuela y en los organismos públicos, entre tantos otros espacios.
La controversia en torno al uso de esta propuesta sociolingüística tiene que ver con un aspecto “normativo” y con instituciones/personas a cargo de esta norma. Dentro de estas instituciones, la escuela es una de ellas y, entre las personas, el profesorado también personifica esta norma.
Actualmente en la humanidad conviven generaciones que cuentan con personas de cien años o más, hasta los nacidos hoy mismo. La mayoría de la humanidad está acostumbrada a relacionarse de un modo que le es cómodo, fácil, comprensible y dinámico.
La exclusión, los prejuicios de todo tipo y las identidades van por otro rumbo. El lenguaje definitivamente no parece ser el mejor elegido para comenzar una campaña de concientización profunda de la sociedad.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.