El reconocido actor francés Claude Brasseur que trabajará bajo las órdenes de Truffaut y Godard entre otros directores, falleció el pasado martes 22 de diciembre a la edad de 84 años.
Nacido en Neuilly-sur-Seine (Hauts-de-Seine) el 15 de junio de 1936, creció rodeado de vacas sagradas como Malraux, Jouvet, Sartre, Casarès… entre las que se encontraba un amigo de su padre llamado Ernest Hemingway, que era su padrino. Pero la mención de su infancia siempre le fue dolorosa: sus padres no lo cuidaban. “No tengo ningún recuerdo de mi vida con ellos y tengo que decir que no me importa. Estos padres egocéntricos se separarán muy rápidamente, Odette Joyeux conserva tan malos recuerdos de Pierre Brasseur que resiente a su hijo por adoptar su apodo».
Gracias a su padre, fue periodista en Paris Match, asistente del fotógrafo Walter Carone. En una ocasión fue a entrevistar a Elvire Popesco, reina del Bulevar, y esta le hizo cambiar su destino: «No puedes seguir siendo periodista con un nombre así», le dijo la actriz. «¡Tienes que ser actor!» Y la que acababa de comprar el Théâtre de Paris firmó de inmediato un contrato para que interpretara, en 1955, tres papeles en el Judas de Marcel Pagnol que ella estaba a punto de poner en escena: carpintero, apóstol y hermano de Judas, con barba postiza. Después de eso, Claude Brasseur ingresó al Conservatorio, mientras comenzaba a actuar en el cine. En 1959, en Rue des prairies, de Denys de La Patellière, hizo de hijo de Jean Gabin y ciclista de pista.
Lector fiel de L’Equipe, Claude Brasseur podría haber abrazado una carrera como deportista. Tentado por pedalear hasta el punto de entrenar con el futuro ganador del Tour de Francia Stephen Roche, fue dos veces campeón de Francia de bobsleigh (víctima en 1963 de un grave accidente uno antes de los Juegos Olímpicos de Innsbruck), ganó el París-Dakar en 1983 como copiloto de Jacky Ickx, y jugó al fútbol en el equipo folclórico de Polymusclés. Pero la tradición familiar mantendría a este gran hosco alejado de los campos deportivos.
Pierre y Claude, padre e hijo, se codean en el set de Ojos sin rostro, de Georges Franju (1960), Lucky Jo, de Michel Deville (1964), donde el verdadero padre interpreta a un padre ficticio; y en Les Acteurs, de Bertrand Blier (2000), donde Claude Brasseur hace el papel de… Claude Brasseur.
Más de cien películas dejó a su haber y el perpetuo deseo de desvanecerse detrás de sus papeles. “No me gusta hablar de mí mismo”, dijo en alguna ocasión, ya que no consideraba que fuese un tema emocionante. El trabajo de su vida consistía en señalar el margen entre lo que se quiere y lo que se puede.
«Modesto, modesto, considerando su profesión como un juego más que como un trabajo, decidido a pensarse como» un artesano que pertenece a un colectivo «, anunció su agente Elisabeth Tanner, directora de la agencia Time Art. “Claude Brasseur murió ese día en paz y serenidad rodeado de su familia. No fue una víctima del Covid. Será enterrado en París de acuerdo con las normas sanitarias y descansará junto a su padre en el cementerio de Père-Lachaise en París”, anunció.
En el 2014 había publicado sus memorias bajo el título «Brasseur Père et Fils, Maison fondée en 1820».
Brasseur había interpretado a Daniel, uno de los cuatro amigos en Un elefante de una trompa enorme (o Un elefante mentiroso) de Yves Robert, un papel que le valió un César en 1977.
También es difícil de olvidar su interpretación de Jacky Pic en Camping, de Fabien Onteniente. En una nota más tierna, también fue el padre de Vic, el adolescente rebelde interpretado por Sophie Marceau, en La Boum, de Claude Pinoteau.
Sus papeles en las principales películas han dejado huella, pero los cinéfilos recordarán que François Truffaut la hizo interpretar a un chantajista en A Beautiful Girl Like Me. También se encontró frente a la cámara de Jean-Luc Godard para Bande à part, cuya escena de baile que interpretó con Anna Karina y Samy Frey se ha convertido en un culto, según ha mencionado Le Monde.
Su nombre real era Claude Espinasse, el hombre que se hizo popular al interpretar a Vidocq para la televisión a principios de la década de 1970, heredó un seudónimo familiar Brasseur (Cervecero) cuya historia arrancaba como lo dice el título de su libro en 1820, hace 200 años.
El primer cervecero fue Jules Dumont, un oficinista glover en la Chaussée d’Antin que se convirtió en dramaturgo, actor cómico y fundador del Théâtre des Nouvelles. Su hijo Albert lo sucedió, continuó la opereta, que se casó con una tal Germaine, que pronto sería una estrella del Théâtre du Palais-Royal, y tan cómplice de un tal Georges Espinasse, alabardero de la compañía de Sarah Bernhardt, que dio a luz a Pierre, el inolvidable príncipe de los histriones de Los hijos del paraíso de Marcel Carné.
Claude Brasseur subió al escenario en 2007 con su hijo Alexander en Mi padre tenía razón, de Sacha Guitry, el cual mencionó a su abuelo en 2016 en el escenario de Petit-Saint-Martin, en Brasseur y los Hijos del Paraíso. Parece que la saga familiar no ha terminado.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).