El caso de un matrimonio heterosexual de 60 años que enfermó de Covid-19 en la primera oleada de la pandemia, fue el que llamó la atención, según un artículo publicado por el diario El Español. Juntos entraron en Urgencias del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Ambos infectados con el nuevo coronavirus, los dos a la vez y los dos con la misma cepa del patógeno. Sólo la mujer sobrevivió. El marido tuvo una evolución terrible y luego falleció.
El director científico del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz (IdiPaz), Eduardo López-Collazo, inició entonces un trabajo que acaba de dar sus frutos en la validación de una prueba para saber exactamente qué pacientes de los que ingresan en un hospital por Covid sobrevivirán y quiénes no lo harán.
El científico buscó biomarcadores, elementos en la sangre que, de alguna forma, dieran pistas sobre la mala recepción del organismo al coronavirus y la enfermedad que causa.
López-Collazo y su equipo han estado centrados antes en el estudio del cáncer y la sepsis. En ambas dolencias, el sistema inmunológico de los pacientes juega un papel esencial y no todos reaccionan igual. Así que centraron su trabajo en los puntos de control del sistema inmunológico, unas moléculas más conocidas por su denominación en inglés -immune checkpoints- que, en palabras del investigador, «provocan un cansancio del sistema inmunitario».
Son elementos que se hicieron famosos tras descubrirse su papel esencial en el avance de algunos tumores y, sobre todo, de que se desarrollaran tratamientos que los lograban inhibir, mejorando así el pronóstico de algunos tipos de cáncer. Es lo que se llama inmunoterapia.
Además se sabía de su implicación en la sepsis. Y es precisamente la sepsis la causa final de la muerte de los pacientes de Covid-19. Los primeros pasos del marcador pronóstico que acaba de presentar -y que se publicará próximamente en una revista de referencia, según afirma El Español- se validaron con pacientes de sepsis y se publicaron en publicaciones internacionales de primer nivel hace aproximadamente tres años.
López-Collazo y su equipo se dedicaron pues a averiguar cuáles eran los mejores detectives del desenlace de la enfermedad. Resultó que hay cuatro biomarcadores que predicen con asombrosa exactitud el pronóstico de un paciente Covid. Uno es la edad y los otros tres, tres immunecheckpoints: sTIM-3, sPD-L1 y sCD86.
«En una cohorte de validación [el marcador] da una especificidad del 96%: sólo se nos escapó un paciente. Es decir, cuando entran por Urgencias podemos predecir si morirán con un 96% de especificidad. La sensibilidad es más baja: 87%, lo que quiere decir que algunos decimos que morirán pero sólo evolucionarán a pacientes graves», explicó Collazo a la periodista Ainhoa Irriberri.
El marcador, que está siendo validado ahora mismo en otro estudio con 1.000 pacientes, podría tener dos utilidades. Una, más inmediata, priorizar la atención médica a los pacientes con peor pronóstico y dos, plantearse utilizar fármacos que inhiban esas moléculas para desafiar al destino de esos pacientes más desafortunados.
«Si la vacuna sigue sin llegar o no es tan efectiva como se espera, esto va a ser necesario», señaló López-Collazo, que señala que lo que se va a poder hacer en breve es establecer como método diagnóstico su sistema pronóstico, buscar esos biomarcadores en cuanto el paciente ingrese, algo que se hace con un análisis de sangre.
Según Irriberri, el investigador cree que seguir la investigación en esta línea -sobre todo probar si se puede actuar contra esos biomarcadores, como se ha hecho para el cáncer- no sólo servirá para luchar contra la Covid-19, sino también contra la sepsis. Un enemigo mucho más antiguo y, aunque parezcamos haberlo olvidado, también mucho más mortal.
El doctor hispano-cubano Eduardo López-Collazo es coautor del bestseller Coronavirus. ¿La última pandemia?. López-Collazo se graduó de Física-Nuclear en la Universidad de La Habana y tiene un doctorado en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Ha colaborado además con universidades de Alemania y Estados Unidos.
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