Tazas de café (Fuente externa)

Una investigación científica acaba de confirmar que el consumo excesivo de café a largo plazo (seis o más tazas al día) puede aumentar la cantidad de lípidos (grasas) en su sangre para aumentar significativamente su riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).

Se trata del primer estudio genético mundial, llevado a cabo por investigadores del Centro Australiano para la Salud de Precisión de la Universidad de Australia del Sur, para el cual utilizaron datos de 362 571 participantes del Biobanco del Reino Unido, de entre 37 y 73 años, mediante una triangulación de enfoques genéticos y fenotípicos para realizar análisis completos.

En el estudio se analizaron las asociaciones genéticas y fenotípicas entre la ingesta de café y los perfiles de lípidos plasmáticos (los colesteroles y las grasas en la sangre), hallándose evidencia de que el consumo habitual de café contribuye a un perfil de lípidos adverso que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.

Los granos de café contienen un compuesto muy potente que eleva el colesterol, llamado cafestol. Un grano típico de Coffea arabica contiene aproximadamente un 0,6% en peso de cafestol. En las bebidas de café filtrado, como por goteo de café preparado, está presente sólo en cantidades insignificantes. Los estudios han demostrado que el consumo regular de café hervido aumenta el colesterol en un 8% en hombres y 10% en mujeres. Para aquellos que beben el café de filtro, el efecto fue significativo sólo para las mujeres.

Como el cafestol está presente principalmente en bebidas sin filtrar, como los cafés de prensa francesa, turcos y griegos, pero también está en los espressos, que es la base de la mayoría de los cafés hechos por baristas, incluidos los lattes y los capuchinos, hay que tener en cuenta estos resultados, entre las personas con colesterol alto o que están preocupadas por tener una enfermedad cardíaca, que deberían elegir cuidadosamente qué tipo de café toman.

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