Los virus no son «seres vivos» porque necesitan meterse dentro de las células humanas para poder multiplicarse. Solos no pueden. Necesitan la maquinaria que hay dentro de las células para hacer copias de sí mismo.
Según planeta el periodista Alberto Sicilia en el periódico digital Público, el coronavirus está compuesto por 3 elementos:
1) Material genético (su «manual de instrucciones» llamado ARN)
2) Unas proteínas útiles para «engancharse» a las células humanas y otros procesos.
3) Una envoltura de grasa (una membrana) que lo protege todo.
Es cuando aparece la magia del jabón. Las moléculas de jabón están formadas por una «cabeza» que atrae al agua y una «cola» que atrae a la grasa.
Así, la cola de las moléculas de jabón se engancha a la envoltura de grasa del virus y «deshace» toda su estructura.
Por eso el jabón es, científicamente, el peor enemigo del coronavirus. Más que cualquier otro tipo de ungüento. El coronavirus puede permanecer activo durante algunas horas fuera del cuerpo. Como tocamos toda clase de superficies donde puede estar el virus,
si lo tenemos en las manos todavía no estamos infectados. Aún está fuera del cuerpo. Pero con las manos tocamos la nariz, la boca, los ojos… y por ahí el coronavirus sí que penetra dentro de nuestro cuerpo.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.