Un ser vivo es un organismo de alta complejidad, que nace, crece, se multiplica y muere, formado por una gran cantidad de átomos y moléculas que constituyen un sistema o maquinaria organizado que está en constante relación con el entorno. Seres vivos somos los humanos, los animales, las plantas. Hay quienes dicen que el planeta es un ser vivo. Y quizás no les falta razón.
Pero el caso del ser vivo más antiguo conocido por la ciencia es un suertudo que de tanto vivir a caído dos veces en las mismas manos de científicos que lo descubrieron. Se trata de un tiburón.
No es un tiburón cualquiera, es un Somniosus microcephalus o tiburón de Groenlandia que tiene la friolera de 393 años de edad. El escualo se encontraba vagando en el Océano Ártico desde 1627. Y es el vertebrado vivo más antiguo que se conoce en el planeta.
¿Cómo fue que averiguaron su edad si no tiene historia clínica ni acta de nacimiento? Gracias a este estudio del año 2016 realizado por un grupo de científicos daneses.
Este tipo de tiburón alguna vez fueron ampliamente cazados por su aceite de hígado, pero hoy los pescadores ya no están interesados en ellos.
Este tipo de tiburón forma parte del ejército de depredadores más grandes del mundo, con un crecimiento de hasta cinco metros de largo, pero también es uno de los más esquivos.
Hay mucho desconocimiento sobre esta especie, se desconoce dónde se aparean, cuál es su distribución global y la estructura de su población, y sobre todo cuánto tiempo viven.
Un estudio iniciado en los años treinta sugirió que la esperanza de vida de la especie podría ser extraordinaria, basándose en la lenta tasa de crecimiento de un solo tiburón que un científico tuvo la suerte de atrapar dos veces. Verificar esto, sin embargo, resultó casi imposible. Para determinar la edad en otros tiburones, los biólogos cuentan los anillos de crecimiento en las espinas de las aletas y las vértebras. Pero los tiburones de Groenlandia no tienen tejidos duros en sus cuerpos; incluso sus vértebras son blandas.
Los descubridores de la verdad
Tres científicos daneses -un físico llamado Jan Heinemeier y dos biólogos marinos, John Fleng Steffensen y Julius Nielsen- son los héroes de que hoy se conozca a este ser más de lo que se conocía. Hace nueve años, Heinemeier y cuatro de sus colegas publicaron un artículo sobre una clase de proteínas que se encuentran en el ojo humano. Como todas las moléculas orgánicas, estas proteínas contienen carbono, incluidas trazas del isótopo radiactivo carbono-14. A diferencia de otras proteínas, que se reciclan y reabastecen constantemente, estas permanecen estables durante toda la vida de una persona.
Entonces, aquel artículo de Heinemeier no mencionaba a los tiburones de Groenlandia. Sin embargo, él y sus coautores notaron que su técnica podría servir en el campo de la ciencia forense. Y obviamente con los tiburones de Groenlandia. Pero había un problema. Aunque los tiburones poseen estas proteínas en sus ojos, adquirir suficientes muestras para un estudio riguroso fue una idea costosa y logísticamente complicada. Al principio, de hecho, solo se lograron obtener dos. Poco a poco, sin embargo, recolectaron ojos de veintiocho tiburones de Groenlandia.
Nielsen y sus colaboradores publicaron sus resultados en agosto del año pasado. Usando el método de Heinemeier, encontraron que los tiburones más pequeños que capturaron, los de alrededor de dos metros de largo, nacieron después las pruebas nucleares, mientras que los animales más grandes nacieron mucho antes. Con la ayuda de un modelo matemático que relacionaba el tamaño con la edad, estimaron que una hembra de cinco metros tenía al menos 272 años, y posiblemente hasta 512 años.
Debido a que es difícil establecer los niveles de fondo de carbono-14 en el océano, y debido a que Nielsen y sus colegas no sabían en qué parte del océano habían nacido los tiburones, la cifra era inexacta. Aún así, se estableció firmemente a los tiburones de Groenlandia como los vertebrados más longevos de la Tierra. En teoría, los más grandes podrían tener casi seis siglos de antigüedad.
Los daneses son tan serios y circunspectos que no le han puesto nombre al vertebrado más antiguo conocido. Si fuera aquí en el Caribe, ya le habríamos endilgado un nombre como Lidio, por aquel señor de dilatada frente, o Euclides por aquel viejísimo tiburón político que ha sobrevivido a todas las ideologías.
Sin embargo, entre los invertebrados hay ejemplares mucho más antiguos, como cierto tipo de medusa, llamada por los científicos como Medusa inmortal, que madura y luego, de alguna manera se vuelve pubescente. No se conocen mucho, pero tienen una vida útil inconmensurable. Teóricamente podría vivir miles de años … Es una locura lo que hay en nuestro propio planeta, un poco más allá de nuestro circuito de confort.
Quizás los humanos debamos comenzar a pensar que no somos tan importantes como pensamos.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).