Colaboración especial de Raphy D´Oleo
Las medidas económicas que ha puesto en marcha el gobierno con el objetivo de asegurar el empleo, los ingresos y la alimentación de los dominicanos durante este periodo de emergencia están contenidas en dos programas. El primero es ¨Quédate en casa¨ para trabajadores informales que aumenta la cuota que reciben los beneficiarios del programa ¨Comer es primero¨ por un período de 2 meses (abril y mayo).
El otro es el Fondo de asistencia solidaria al empleado (FASE), para apoyar a los trabajadores cuyas empresas se encuentran cotizando en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS). Con esto se auxilia a los trabajadores informales inscritos en los programas sociales del gobierno y a los formales registrados en la TSS.
Pero hay una gran cantidad que no están en ninguno de los dos programas. Trabajadores a destajo, salones de belleza, barberías, talleres de mecánica, de herrería, pequeñas tiendas de repuestos, farmacias, colmados, fondas, tiendas, talleres de artesanía, sastrerías, talleres de costura y agricultores, entre otros, que no están en la TSS.
Me enfocaré en el negocio de la música y el entretenimiento que es mi área, pero que puede extrapolarse a cualquiera de las otras. Artistas, bailarines, compositores, locutores, tramoyistas, oficinas artísticas, agrupaciones, solistas, trabajadores culturales, productores independientes, músicos, dj, camareros y empleados colaterales del negocio del espectáculo, el entretenimiento, la radio y la televisión, la mayoría son empleados informales Y pocos están en la TSS.
Muchos de los ¨obreros musicales¨ son víctimas de miserables que para no realizar pagos impositivos evaden la obligación tributaria con instituciones oficiales, o no los inscriben para evitar las odiosas liquidaciones laborales.
El gobierno estima que el período de emergencia será de aproximadamente dos meses. Me permito destacar que en el entretenimiento los efectos no serán de menos de seis.
Propongo algunas ideas que pudieran auxiliar a esos desamparados del show business no inscritos en la TSS, y ojalá sean enriquecidas para contribuir a paliar la difícil situación por la que atravesamos:
1.- Las organizaciones que agrupan a estos sectores someterían un listado de sus miembros no inscritos en la TSS para que las autoridades crucen las informaciones y evitar las repeticiones, los cuales serán acogidos en el programa Fondo de asistencia solidaria al empleado (FASE). Estos quedarían automáticamente inscritos en la TSS para comenzar a cotizar tan pronto concluya el periodo.
2.- Las sociedades o instituciones que agrupen o empleen a estos individuos y que no apliquen en el punto anterior, podrían solicitar un préstamo a un bajo interés y cuya primera cuota de pago sea realizada en 6 meses. El monto del préstamo estaría en consonancia con el listado y la duración del periodo de emergencia.
3.- El estado de excepción permitiría que el gobierno autorice a empresas del ramo, adelantar pagos a cargo de liquidación, bonificación o tributos correspondientes al periodo de emergencia.
4.- Los empleadores artísticos consolidados económicamente deben ofrecer un bono especial por cada mes del periodo. Si no quieren hacerlo, en el plano particular de las agrupaciones musicales, los propietarios abonarían una cantidad de dinero mensual y luego los músicos cederían una actividad por mes sin cobrar a favor del propietario. El monto estaría sujeto a la cotización de la agrupación y se incluirían todos los trabajadores colaterales (band boy, sonidista, empleados de oficina, promotores, etc)
Protejamos al espectáculo en esta odisea. El será el receptáculo de limpias aguas donde abrevarán los que hoy sufrimos los traumas de esta pandemia.
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