SD. El 27 de enero pasado Donald Trump anuncio que Estados Unidos podría salir de la Estación Espacial Internacional para el año 2025, echando por tierra un acuerdo con 20 años de existencia, a favor de la humanidad y la ciencia.
Los compromisos contractuales de Rusia ante EEUU para el envío de astronautas norteamericanos a la Estación Espacial Internacional concluyen en abril de 2019, declaró el vice primer ministro ruso Yuri Borísov, según un despacho de RIA Novosti, fechada el pasado 31 de agosto.
«Con el aterrizaje del Soyuz-MS en abril concluye el cumplimiento de nuestros compromisos adquiridos en el contrato con la NASA para el traslado y retorno de astronautas de EEUU a la EEI», declaró durante el comienzo de una reunión sobre el futuro de la cosmonáutica pilotada.
Este viernes, 14 de septiembre, otro despacho daba cuentas de que el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Tyler Nicklaus ‘Nick’ Hague comenzaron la prueba final antes de su vuelo a la Estación Espacial Internacional (EEI) programada para el 11 de octubre.
Las pruebas que se realizan a las afueras de Moscú consisten en distintas situaciones de emergencia que pudieran ocurrir en la plataforma orbital, como qué hacer si falla el receptor de FM, cómo detectar y arreglar problemas con el sistema generador de oxígeno o cómo maniobrar para evitar que la EEI colisione con la basura espacial.
El pasado 29 de agosto se conoció sobre una despresurización en la EEI, por un pequeño hueco abierto por manos humanas y el hecho de que esto pudo ser obra de astronautas estadounidenses, agregó combustible al fuego de disputas sobre la posible terminación de su explotación conjunta. De hecho, por primera vez se les vió discutir a los cosmonautas de ambos países. La unidad resquebrajada es fatal.
Alguien podría imaginarse ¿qué podría suceder si la falta de confianza hace presa de los cosmonautas y astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional?
Si ud. quiere observar desde Santo Domingo la Estación Orbital Internacional (siempre y cuando el clima lo permita) puede hacerlo según el siguiente schedule:
¿Es posible divorciarse?
El diario Izvestia, con 101 años de existencia y una tirada diaria de un cuarto de millón de ejemplares, estudió las consecuencias probables.
Según plantea Mijail Kotov, autor del artículo, no por gusto a la Estación Espacial se le puso el apellido Internacional. Este es un proyecto que surgió solo gracias al trabajo serio que realizan 14 países: los Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y los miembros de la Agencia Espacial Europea (Bélgica, Alemania, Dinamarca, España, Italia, Holanda, Noruega, Francia, Suiza, Suecia). Actualmente, la Estación Espacial Internacional es uno de los objetos artificiales más caros y complejos creados por la humanidad. Y no es en tamaño: la longitud de la estación es de solo 109 m, que es menor que cualquier fragata moderna.
Lo principal en la estación es la posibilidad de una estancia segura y el funcionamiento de un equipo de astronautas a la altura de cuatrocientas millas. Cosa que no es tan fácil. Hay que tener en cuenta que todos los objetos en órbita deben tener la velocidad suficiente para permanecer en él. En términos generales, la estación cae constantemente a la Tierra, pero falla debido a su gran velocidad. Desafortunadamente, a una altitud de hasta 1000 km, la influencia de la atmósfera de la Tierra permanece, aunque bastante débil. Las partículas de gas, colisionando con la estación, disminuyen gradualmente su velocidad, lo que conduce a una disminución en la órbita, dice el artículo del diario Izvestia.
Por lo tanto, de vez en cuando, la estación debe elevarse. «Levantar» no es del todo correcto. La estación es propulsada por los motores de la nave espacial acoplada a ella, lo que aumenta la altitud de la órbita. Debemos entender que la estación está viva y funcionando solo mientras los astronautas estén operando en ella. Prácticamente no se puede preservar durante mucho tiempo.
Un proyecto muy costoso para un solo país
La Estación Espacial Internacional es muy costosa de mantener. Al mismo tiempo, no tiene un presupuesto unificado, lo que hace imposible calcular con precisión la contribución anual de cada una de las partes. Además, la mayoría de las contribuciones de cada lado no son traídas por dinero en efectivo, sino por servicios, lanzamientos de naves espaciales, reemplazo de equipos, etc. Aunque se pueden calcular los costos aproximados de cada una de las partes. En total, la EEI gasta alrededor de $6 mil millones anuales.
La principal carga financiera recae sobre los hombros de los Estados Unidos. En el 2017 el programa para el mantenimiento y uso de EEI gasta de $3 mil millones a $ 4mil millones anuales del presupuesto de la NASA. Al mismo tiempo, los costos operativos actuales representan la mayor parte del dinero gastado, en lugar de los costos de la construcción de módulos y otras instalaciones de la estación, así como la capacitación de las tripulaciones y la creación de naves espaciales, plantea el artículo firmado por Mijail Kotov.
La Asociación Europea del Espacio, cuya sede se encuentra en París, aporta mucho menos de $1 mil millones anuales. Los japoneses y los canadienses invierten en este proyecto en términos monetarios incluso menos. En general, su mérito es la creación de un módulo experimental multifuncional «Kibo» para el segmento estadounidense y la preparación del manipulador principal de la estación: el brazo robótico de Canadarm.
Según los datos aportados por el periódico ruso, en términos de dólares, el papel de Rusia también es muy grande. Incluso después de las reducciones del programa espacial federal en 2016, los gastos del presupuesto de la Federación Rusa para el control de vuelo, el mantenimiento del segmento ruso de la EEI y el programa de experimentos científicos ascendieron a 252.1 mil millones de rublos lo largo de 10 años. En consecuencia, Rusia gasta anualmente alrededor de medio billón de dólares.
Desde 2011, cuando finalmente se cerró el programa del Transbordador Espacial, Rusia sigue siendo el único operador de naves espaciales tripuladas. Sin las naves Soyuz, la operación de una estación orbital es imposible en principio. La NASA todavía no ha logrado una nueva nave espacial tripulada, aunque intenta acelerar este proceso tanto como sea posible.
Por cierto, los fondos recibidos por la parte rusa para el envío de astronautas estadounidenses a la órbita se pueden llamar más que impresionantes. Solo el último tramo recibido por Roskosmos por seis «boletos espaciales» en órbita ascendió a $491 millones ($81.9 millones por astronauta). Y esto es alrededor de un tercio de la financiación del año 2016 del programa espacial federal de Rusia: $104 mil millones de rublos. Es decir, trabajar como un «cochero espacial» es más que una parte seria del presupuesto espacial ruso, dice Kotov.
De vez en cuando se escuchan voces de ambos lados sugiriendo cuál debe ser el uso de la EEI. Se propuso darle el segmento ruso a la gerencia de una compañía comercial, y convertir la estación casi en un hotel espacial; incluso que si Donald Trump propuso privatizar la estación orbital, convirtiendo el ISS en una «empresa privada sobre una base comercial».
¿Se puede dividir la Estación Espacial Internacional?
¿Es posible dividir la estación y dividir sus partes en órbitas diferentes? Por desgracia, incluso técnicamente este proceso es simplemente irreal. Como parte de la estación, hay muchos módulos que son únicos y directamente responsables de su condición técnica. Por ejemplo, la generación de energía principal requerida para mantener la planta se encuentra en el segmento estadounidense de la estación. En la parte rusa, hay un módulo responsable de su orientación. Una vez más, son los motores rusos utilizados para corregir la órbita para mantener la estación a la altitud requerida. En fin…
Sí, Rusia iba a crear su propio módulo científico y energético (NEM) para resolver problemas con la generación de electricidad. Pero para hacerlo, primero necesita ejecutar el módulo de laboratorio multifuncional «Ciencia», luego el módulo de nodo «Prichal», y solo después de eso puede acoplar el NEM. Pero la «ciencia» durante varios años no puede despejar el módulo de basura de metal que se encuentra dentro del sistema de combustible, el NEM aún no está listo, e incluso en el mejor de los casos el nuevo sistema de energía de la EEI solo podrá estar activo para el 2022.
Por lo tanto, ahora la división de EEI es simplemente imposible de ninguna manera. Y si realmente se evalúa el costo del mantenimiento anual de la EEI, se puede comprender que tal suma, pagando a una empresa comercial, incluso una muy grande, es poco probable que pueda hacerlo. En la actualidad, esta enorme cantidad se divide en varios estados, e incluso para los presupuestos estatales, esta es una carga muy elevada.
La realidad es que en este momento existe una estación, verdaderamente internacional, y ningún país en solitario podría permitírselo. Por lo tanto, no hay otra opción que cooperar, negociar y resolver conjuntamente todas las tareas cósmicas. Hasta ahora, Rusia, Estados Unidos y el resto de los países han tenido éxito. Esperemos que incluso ahora, las acusaciones que se han lanzado no se conviertan en un obstáculo para la cooperación espacial normal, concluye Kotov su interesante artículo.
Para observar la EEI en vivo, pues hacerlo a través de la página siguiente: https://www.n2yo.com/space-station/
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).
