Díaz Canel obeso y barrigón manda en un pueblo famélico, azotado por la miseria y la represión (Fuente externa)

El puesto a dedo y designado por Raúl Castro, «presidente» Miguel Díaz Canel, ha dicho que es una brutalidad de Donald Trump el posible envío de migrantes a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba.

“En un acto de brutalidad, el nuevo Gobierno de EE.UU. anuncia el encarcelamiento en la Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente”, ha dicho en sus redes el tirano que reprime despóticamente a sus compatriotas cubanos.

Trump por su parte había expuesto: “Tendremos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que son una amenaza para el pueblo estadounidense”, aseguró en unas declaraciones en la Casa Blanca en ocasión de la firma de una ley contra migrantes con delitos menores. “Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para que se los queden, porque no queremos que regresen. Así que los enviaremos a Guantánamo”, dijo.

Sería bueno comparar brutalidades.

Díaz Canel entre 2021 y 2023 hizo que unos 2 millones y pico de cubanos emigraran a distintas partes del mundo, sobre todo a Estados Unidos, a través de un «cómodo» pasillo diseñado para Cuba y del cual se beneficiaron económicamente tanto el propio Diaz Canel como Daniel Ortega y de algún modo el expresidente de México López Obrador.De 11 millones de habitantes a poco más de 8,5, que luego ha seguido descendiendo, ese el saldo real de la crisis en Cuba, inducida por la brutalidad que encabeza Diaz Canel.

El pasillo diseñado probablemente desde La Habana o con su anuencia, incluía carísimos boletos aéreos desde la capital cubana hasta Managua, pasando por unas rocambolescas paradas en Santo Domingo y Kingston.

Una vez en Managua, el gobierno de Ortega y Murillo se lucraba de las tasas de entrada arbitrarias antes de permitir que las redes de tráfico lleven a los inmigrantes a la frontera con Honduras. Al desmontarse en Managua, los viajeros eran contactados en el aeropuerto por quienes serían sus guías en una riesgosa operación «turística» que los entregaría en la frontera de Estados Unidos. El viaje se alargaba por espacio de un mes hasta llegar al destino indicado, e incluía estadía en casas de seguridad, carreras de huida de la migra, viaje en grandes camiones de carga, estar siempre a merced de la picada de asaltantes «casuales», pagos de peajes a bandoleros, estampidas ante la voz de «viene la migra huyan», que para muchos era perderse en el camino para siempre. Entre otros sufrimientos si no hacías las cosas debidamente.

El costo total de la gira andaba alrededor de los 20 a 21 mil dólares por persona.

¿A quién pues se le puede acusar de brutalidad, a Trump que enviaría a los emigrantes ilegales a Guantánamo en aviones militares, o a Díaz Canel, ese señor barrigón, epítome de la corrupción imperante en Cuba que ha llevado a Cuba a estar por debajo de Haití. Que al menos en Haití hay libertad!

Esperamos tu comentario

Deja un comentario