Wilfrido Vargas (Fuente Externa)

SD. Admiro muchísimo a Wilfrido Vargas. Es un músico inquieto de ansias, renovador por naturaleza, un manantial de ideas que no dejan de brotar, líder de orquesta que formó y sigue formando cantantes. Su estilo es único e inconfundible. Su aporte imperecedero. Soy fanático de su música desde mi adolescencia en que descubrí su manera única de interpretar el merengue.

Es bueno hasta escribiendo crónicas. Me consta.

De ahí mi gozo por el reciente Premio a la Excelencia otorgado por la Academia de los Grammy Latinos.

Hace poco tiempo he visto con insistencia el envío de notas de prensa que le endilgan a Wilfrido el título de El Rey del Merengue.

Rey del Merengue, tal y como estableció Johnny Ventura al fallecimiento a los 98 años de edad del que sirvió de modelo para todos, solo hubo y hay uno: Joseito Mateo.

Joseito Mateo en el último homenaje en el Palacio de Bellas Artes, noviembre del 2017 (Fuente Externa)

Con ese título, según El Caballo Mayor, ocurre como con los números de determinados peloteros, se retiran con su dueño. Nadie los puede utilizar.

Y a ciencia cierta, si alguien merecería ese título, de ser transferible, sería Johnny Ventura. Y que Wilfrido no se enfade. Mi admiración y mi cariño hacia él están intactos. Solo al César lo que es del César.

Muchos saben que mi querido hermano, el finado director de cine Fernando Baez y yo veníamos trabajando desde hace un año en un documental sobre Joseito Mateo. Realmente fui amigo de Joseito desde que nos conocimos hace como 17 años, a poco tiempo de mi arribo a República Dominicana. Antes de morir Joseito me pidió que defendiera su corona. «Compa -me dijo- ahora van a venir muchos que van a querer quitarme la corona. ¡No los deje!».

El documental sobre la vida y obra de Joseito Mateo lo continuamos los hijos del Fernando y quien suscribe. Nuestros planes son, si Dios lo permite, continuar el rodaje en el 2019 y estrenarlo en el centenario del Rey del Merengue, título por demás de la película.

Cumplo con Joseito: Rey del Merengue hay uno solo, y su legado sigue. ¿Verdad Wilfrido?

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