Uno de los campos de estudio más complejos dentro de la música es la Arqueología Musical, un término creado por la musicología para estudiar los comportamientos musicales de la Prehistoria, la Antigüedad, la Edad Media y las culturas precolombinas, basándose principalmente en el registro arqueológico e iconográfico, y en los casos en los que es posible, en las fuentes escritas antiguas (musicales y extramusicales). Esta disciplina intenta ofrecer datos sobre un amplio periodo de la historia de la música, hasta el momento poco considerado por la Musicología tradicional y la Etnomusicología, más interesada por los procesos sincrónicos.

Por mucho que algunos especialistas han tratado de rescatar algo de la música que debieron hacer, por ejemplo, los taínos, ha sido imposible. La voracidad de los conquistadores se la tragó, hasta tanto no surja una máquina del tiempo, que permita la experiencia del rescate de esa expresión cultural perdida en el tiempo, por culpa de los extremistas de hace más de medio siglo.

Sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías, gracias al salto digital están propiciando cada vez más nuevas experiencias de rescate musical. Ahora no solamente son partituras, o tracks que se rescatan, se limpian y relucen en nuevas pasterizaciones, sino en video y como si fuera poco en halografías.

Si hubiese que tomar un momento clave de salida de lo que yo llamaría Neo-arqueología musical, mencionaría el año 1991, con la presentación de Nat King Cole a través del video, enriquecido con la magia de la televisión, y su hija Natalie, en aquel tema inolvidable de Irving Gordon que data de 1951: Unforgettable. Aun no existía la tecnología del holograma, pero ese fue el antecedente más cercano e impactante.

Ya con la tecnología a cuestas una de las primeras presentaciones del mayor trascendencia ocurrió el 15 de abril del 2012, doce años después de su muerte, cuando el rapero norteamericano Tupac se presentó en uno de los escenarios del festival de Coachella, en California, a través de hologramas.

El tercer escalón lo pondría en el rescate de la figura de Michael Jackson en hologramas. En los Billboard Music Awards del año 2014 por medio de hologramas rescataron en escena, dentro del espectáculo, a Michael Jackson vestido con su chaqueta dorada y un pantalón rojo, el holograma interpretó junto a algunos bailarines tanto reales como recreados su tema Slave to the Rhythm, uno de los ocho incluidos en su segundo álbum de estudio póstumo Xscape. Ese acto de pocos minutos, duró un año de preproducción y producción.

Al año siguiente, la sociedad Hologram USA, de Alki David, anunció una gira de Whitney Houston, fallecida en 2012, y espectáculos de Billie Holiday, muerto en 1959, así como de humoristas estadounidenses ya desaparecidos. Cuatro salas estadounidenses dieron inicialmente su acuerdo para acoger el espectáculo, entre ellas el célebre Apollo Theater de Harlem, en Nueva York, que también recibiría a Billie Holiday.

Otra empresa estadounidense, Pulse Evolution, preparó a su vez una comedia musical en torno a la historia de Elvis Presley, quien estaría presente en el escenario gracias a imágenes virtuales. Y una de las mejores realizaciones de este tipo se mostró en American Idol, en un dúo entre Celine Dion y Elvis Presley en el tema If I Can Dream.

Se han realizado conciertos de hologramas de Selena, Juan Gabriel, Jenny Rivera,

La primera de todas en dar conciertos completos en estadios llenos ha sido la idol japonesa Hatsune Miku, primera cantante holográfica de la historia. Un personaje creado especialmente para esto y que en el mundo medio naif en que se desarrolla el anime japonés, ya ha tenido que casarse con un ser humano. ¡Cosas veredes, Sancho!, diría el señor Quijote.

Los hologramas no son imágenes de archivo, sino imágenes virtuales creadas por computadora. La técnica de proyección tiene más de 150 años de antigüedad: una imagen proyectada sobre una pantalla transparente. Y más allá de lo comercial hay un interés netamente cultural por rescatar las emociones que provocaban en vida este o aquel artista. De eso se trata, a fin de cuentas.

Esta es apenas una de las herramientas novedosas que nos ha propuesto la tecnología.

Para los que somos seguidores de la ciencia ficción y tratamos de dar seguimiento a los adelantos científico-técnicos, no es secreto que en el futuro cercano los estudios de arqueología musical podrían acompañarse de inéditas tecnologías que propiciarían un acercamiento mas fidedigno y el rescate de imágenes, audios, pentagramas, etc., de expresiones culturales que creemos perdidas.

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