SD. Obviamente el ministro (o el viceministro) de Cultura, llamaron esta mañana de domingo corriendo al amigo José Tejada Gómez, director de Comunicaciones del Ministerio de Cultura, para que apagara el fueguillo, antes que se convirtiese en un fuego de mayores proporciones. Que potencialidades tiene. Porque en estos momentos nada que sea candela conviene al ministro de Cultura, Pedro Vergés.
La cuestión es que la Fundación Cultural Cofradía que dirige Roldán Mármol, alertó días atrás sobre la intención de autoridades gubernamentales y municipales de San Pedro de Macorís de censurar la celebración de Gagá en comunidades de esta provincia.
“El Día Internacional contra la Discriminación Racial sorprende a República Dominicana en una situación de deterioro de sus derechos culturales fundamentales”, expresó el sociólogo y cantautor en nota enviada a los medios.
La entidad afirma que ello constituye una violación a la libertad de credo, expresión y circulación protegida por la Constitución, así como a su artículo 64 sobre derechos culturales.
Afirmó que esta crítica realidad está caracterizada por amplias acciones de grupos parciales, comunicadores y políticas gubernamentales que incentivan el racismo, el odio, la xenofobia y la negación de las raíces africanas y los componentes negros que forman parte esencial de las culturas populares a nivel nacional.
Señaló que dicha discriminación socio-cultural se expresó además en el Desfile Nacional de Carnaval del pasado domingo 4 de marzo, en el cual se les prohibió participar a los grupos de Gagá y a los Guloyas de San Pedro de Macorís, como siempre han participado. “Lo más preocupante es que esta prohibición se extendió al mismo carnaval local de San Pedro, donde ambas tradiciones fueron excluidas; a pesar de ser las dos manifestaciones más representativas y de mayor trascendencia de la cultura popular en esa provincia”.
Recordó que Los Guloyas fueron declarados “Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” por la Unesco. Y por tanto, el señor ministro sería merecedor de que la Unesco le enviara una cariñosa carta donde le explique que él es el máximo responsable por su cargo, de que ese Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad no acabe perdiéndose, porque para ello lo hicieron, para que se velara por la sobrevivencia de este tipo de manifestaciones en peligro.
Pero ¿quién dirige el Desfile Nacional del Carnaval? ¡El Ministerio de Cultura! ¿Quién revisa y supervisa por su salida y efectuó reuniones previas para su buena consecución? ¡El ministro de Cultura! ¡Y si ellos lo hicieron en el Desfile Nacional, cómo no hacerlo en San Pedro de Macorís?
Ahora, sin embargo hay que salir corriendo ha decir que yo no fui. Y sí, lo hicieron, a pesar de que en la nota oficial ahora digan: ¨por principios, el Ministerio de Cultura y sus autoridades no censuran, ni prohíben, ni coartan ninguna expresión o creación artística o cultural de ninguna persona o grupo de personas¨.
Cabe aquí recordar, aquel poema de Nicolás Guillén La canción del bongó, de su fecundo libro Sóngoro Cosongo publicado en 1931:
Habrá quien llegue a insultarme
pero no de corazón;
Habrá quien me escupa en público,
cuando a solas me besó…
Y entonces, ¿qué hacemos ahora, señor ministro?
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).