SD. Palacio de los Deportes. Entro. Olor a hooka. Esto está lleno de cigarrillos electrónicos que exhalan el humo peor que los cigarrillos normales. Hay una neblina en el ambiente. Lleno al tope. Hay una DJ pinchando música. Aquí se ha perdido el sentido de qué cosa es un Dj. Hay que saber ubicar por dónde se podrá salir en caso de emergencia.
Los que compraron mesas en el super VIP están de pie sobre los sofás. Llega el Pachá formando alboroto. Pidiendo aplausos y dando dólares. Tendrá dos momentos estelares en la noche. Este de su llegada y otro más.
En medio del VIP hay una joven con una capa y una cruz ortodoxa iluminada que nunca supe para qué era. Qué papel jugaba allí.
«Alfa Diez», el concierto aniversario de El Alfa, cuenta con el respaldo de Kola Real, Coors Light, Nuvi sparkling liqueur, Cinemas Club, LG XBoom, Plaza Lama, Delta Vacations, Red Bull.
Sube otro DJ y arranca a poner música grabada. El Pachá, al fin, pasa tras bambalinas pero después aparecerá en otro lado. Dos de la seguridad cuidan a alguien, después sabré que se trata de David Ortíz. En las mesas del VIP muchas botellas de cristal, que peligrosamente pueden volar en cualquier momento.
Alguien del público se me acerca. «Periodista, aquí se puede formar un lío. Estamos aquí desde las 5:00 y son casi las 9:00 y no comienza. Están apostando a que la gente arme un lío para suspender». Falso.
Casi enseguida, y de pronto, apagan las luces. Había un Dj poniendo música. Cambian de laptop. ¿Comenzará? Arranca en serio. Son la 8:51. Ponen en video una historia de El Alfa. Yo soy un dominicano de corazón. Sale del foso vestido de cosmonauta con la bandera dominicana a la espalda; buen impacto. Mucho humo y muchos fuegos de artificio desde los vertidores de la plataforma. Bailarinas. Bailarines. Todo lo que tú le da. El público aplaude y corea Banda de camión. «Daaaameee, dame banda!», cantan.
La puesta en escena tiene potencial para ser la producción de una gira internacional, con todos los elementos de un concierto de Daddy Yankee o Don Omar. Pero es más potencial que firmeza profesional en cuanto a desempeño de todos los elementos de manera organizada se refiere. De cualquier manera es su primer gran concierto. Lo recordará seguro toda su vida. Hizo lo que nadie ha hecho en el género urbano.
El Alfa se preocupa mucho por el audífono o por la cremallera del traje que tiene puesto. Pide la bulla. Alfa, Alfa, Alfa gritan en las graderías.
Luego le dice algo a su DJ que está allá arriba en una plataforma. Se arrodilla y parece que llora. ¿Será dramatización? La gente se calla y él sigue arrodillado. Entonces se pone de pie y pide que le griten de nuevo. Por secciones del público. Así lleva ya más de cuatro minutos. Algo sucede. Mientras vuelve a saludar por secciones. Al final comienza la música y salen los bailarines pero el audio tiene algún problema. Por fin se arregla. Uzi, glock! “Y es que en la calle me vocean: abusadooooollll!!!”.
Ocurre otro bache. No dice nada. La gente aplaude. Luego hacen silencio. Habla algo con el Dj. Va y viene y saluda a los fans de VIP. Pasan dos, tres, cuatro minutos. El artista se mantiene en escena sin hacer nada. Apagan la luz le ponen el seguidor. Por fin aplauden. El público sigue esperando. Él pide aplausos. Bulla. El público de pie. La gente grita. Al Alfa no lo sacan de escena. Mala por la producción. Debieron sacarlo de escena mientras se arreglaba el desperfecto. Lo que hacen entonces es que lo desgastan.
¿Dónde está la producción?, me digo. Eso no se le hace a nadie. Alfa va largos minutos de un lado a otro del escenario. La luz del seguidor lo sigue. Da pasos. Hace bromas con la sombra. Por fin arrancan los efectos de nuevo. El bache ha durado una eternidad. “A mi la vida entera me viven pasando cosas como las que estoy pasando ahora mismo… Yo no estoy supuesto a estar aquí. Hay artistas que son mejores que yo. Ellos deberían estar aquí, pero yo no me detengo. Nací en el km 12… A ti, joven, si no aparece para grabar, ponte a trabajar. Mi consejo de hoy día es que yo soy más duro que todas las cosas que me pasan a mi». Y entonces dijo las palabras mágicas después de un silencio que siguió a un aplauso. «Esto no es movie, esto no es película, esto es normal».
Sale Thalie a cantar La Movie junto al Alfa. “Esto no es Movie, esto es normal” sí que dice la canción. Le sigue La Manta y cantan juntos Millonario al tiro. La gente corea: “yo no aguanto esta olla, yo no aguanto esta olla” y responden “si en un año no me hago millonario me doy un tiro”.
Todo el mundo está de pie. Se suman a escena los puertorriqueños de Anónimos y el cuerpo de baile. “Qué tú quieres”.
Shellow Shaq el primer artista dominicano en grabar con el Alfa entra al ruedo y cantan “Siga boyando”.
Tras despedirlo subió a escena Noriel por el elevador del foso. Al fin El Alfa puede hacer un cambio de ropa, que aquel traje de astronauta le duró demasiado. Cuando el Alfa vuelve, salen las bailarinas a escena. En pantalla led Coche bomba. Noriel canta su éxito Estoy enamorado de una mujer…
Aldespedir a Noriel, Alfa cuenta que cuando grabó la canción siguiente empeñó una cadena. «A la semana, andaba en pazola y con la cadena engancha al cuello». Muévete. Después hizo la canción suya que más le gusta entre otros de su repertorio «Se acabó; dame la ñapa», dice una de ellas. El mañanero. Suelta ese tipo en banda. Somos millonarios.
Pidió todos los flashes encendidos para presentar a Bryan Myers. Mami, no te ponga celosa. Cuerpo de baile. Aprovechó para otro cambio de ropa y dejó a Bryan Myers en su conocido trap Caile, quien también regaló Estoy pa ti.
Salió Alfa vestido de blanco y cantando Llegó el moreno. El cuerpo de baile conformado por hombres vestidos de negros con bombines o sombreros media copa. Saludó a David Ortiz y pidió una bulla. Cantó Recoge los cartuchos. Luego entró el cuerpo de baile completo. Un Abuso.
Presentó a Liro Shaq como el artista nuevo de más talento. Juntos hicieron Rasputin.
La hora del trap sucio llegó con John Z, algo parecido al rock punk. Yo no cojo fiao: «Que tú quieres que te diga? Mamá guevo» respondía el coro. John Z pasado de nota se decidió a bajar de la plataforma y acercarse a los fans. Un tipo difícil de domar. Casi le roba el show al Alfa. «Te lo dije, cabrón!», expresó con cariño el indomable exponente urbano de Puerto Rico, que había cantado Viajó sin ver. De cualquier manera le hizo pasar otro mal rato al Alfa.
Cuando quedó solo, el dominicano hizo No hay forma, Suave, y otros temas. El Pachá fue avistado de pie detrás de David Ortiz.
El Alfa presentó a Tito El Bambino, de quien las últimas noticias hace algunos años, daban que se había transformado al cristianismo. Pero Tito parece que se arrepintió de ponerse en manos del Señor, porque interpretó Y ahora quiere que yo le dé!!!, con todas la mímica que nunca se perdonaría a sí mismo un cristiano, aunque Dios lo perdone.
Tito mencionó a Santiago Alofoke, comentó que lo había llamado cuando vio los comentarios de que no se llenaría: «Los dominicanos son gente de corazón y apoya a su gente», sentenció viendo tanta gente junta en respaldo e su amigo.
El Alfa ofreció disculpas: «si es que he cometido algún error y que todo quede en pasado. Yo lo que quiero es seguir triunfando», dijo y uno no puede dejar de recordar aquel agravio al Padre de la Patria que le costó sonar negativamente dando escoba en la Plaza de la Bandera.
Tito cantó raramente afinado Cierro los ojos y El Alfa le trajo a su propio hijo, quien corrió y bailó con su padre en escena, mientras El Bambino cantaba Mi cama huele a ti, El amor y Caile.
En el desfile de personalidades apareció Mark B por el foso, con fuegos artificiales, banda y cuerpo de baile. Juntos hicieron Par de velitas.
«A continuación, lo más sentimental que he hecho en mi carrera». Cantó El Alfa, en desafine absoluto y con banda musical a la que mandaba a parar cada tres compases Hacer el amor contigo, dedicado a su mujer, a quien dice no le regala flores, sino que prefiere regalarle un medallón con diamantes. Alfa cantó Un consejo para mi hijo, con lo que salió su pequeño hijo a escena otra vez. Cuando sacó el mismo a su hijo de escena, regresó a cantar Siéntate en ese deo. Alguien sentando a mi vera, comentó que el tema es de esos que pertenecen a la esencia de su repertorio, lo que debió ser central en todo el concierto. Demagogo, continuó por ese camino.
Apareció Yomel el Meloso quien pasó brevemente para interpretar Ruleta.
Por fin reapareció Pachá, salió a escena y le levantó el brazo a David Ortiz, a Alfonso Soriano y hasta a Cristian Casablanca. ¡En fin, es el Pachá…!
«Nadie puede con el Alfa, saqué un vuelo para venir a apoyar al tipo, que es mío. Alfa, Dios te bendice», expresó el Big Papi sobre su presencia en el mismo medio frente a la tarima.
Aquí ya el espectáculo se había ido de las manos. ¿Qué sentido real tenía la presencia sobre la tarima de David Ortíz, Alfonso Soriano, El Pachá y Cristian Casablanca que no fuera robar protagonismo al que debía tener todo el protagonismo, El Alfa? ¿Por qué David Ortiz, a quien tanto admiramos por sus hazañas deportivas y otras actitudes, tiene que pararse en una tarima de un concierto, a robarse el show, a decir malas palabras («no critico cómo nadie se busque su dinero, hay que tener los cojones vacunos para buscárselos») y a dar malos ejemplos (¿no importa que para buscarse el dinero haya que matar, traficar drogas, dañar la juventud?), cabría preguntarse.
Comenzó a aparecer en escena el productor o alguien con suficiente ascendencia en el Alfa. Cuando el artista anunció al Nene la Amenaza hubo algarabía. El productor salió a escena con un papel en la mano indicándole que todavía quedaban muchos artistas. Entre los organizadores se veía en escena, a un costado, discusiones por el tiempo. Volvió a pasar por su lado el productor a decirle algo a El Alfa. El Alfa estaba evidentemente enfadado. ¿Será de verdad que esas personas que estaban sobre el escenario discutiendo no tienen la más mínima idea de qué cosa es un espectáculo? ¿Será que realmente no se dan cuenta que le hacen daño al propio espectáculo que ellos han armado y al artista que manejan? No obstante, El Alfa le hacia el coro a la Amenaza.
Por otra parte, hay que destacar que cada tema tenía imágenes en pantalla led, que hablan de una intensión artística de cubrir al intérprete con una narración adecuada a los que canta. Y sí, pudo haber sido el espectáculo del año, El Alfa se lo merecía, y hasta los mismos que lo organizaron, de no ser por esos permanentes elementos disruptivos que lucían improvisados, y se empecinaron en afear una puesta en escena que pudo haber sido de excelencia. Sencillamente faltó lo que en perfume se llama fijador, y dejar la mentalidad de discoteca (esto también va para El Alfa) para hacer un concierto en grandes escenarios. Como pasar del feudalismo a la revolución industrial.
J Alvarez subió por el elevador del foso. Cantó y volvió el mulato fornido a pasar por medio del escenario y abrir los ojos. Ya a estas alturas el espectáculo se había ido a bolinas, no por culpa de El Alfa. Sencillamente incumplieron con todas las reglas existentes de qué cosa es una producción artística.
El evento quizás fue una de las mayores concentraciones de nalgas, cinturas, senos y narices hechas en solo un VIP.
Entró Mozart quien hizo un tema con Alfa y otro con Liro Shaq, y por supuesto… improvisó.
«El Alfa y yo tenemos diez años» dijo Mozart… «yo siento que es mío también. Se necesita que haya unión sincera en el género».
Farruko, el inesperado esperado, provocó la mayor algarabía, solo comparable a cuando El Alfa salió del foso vestido de astronauta. Farruko dijo que está orgulloso de El Alfa, porque está representando a República Dominicana internacionalmente, ahí cantó Mi forma de ser y el final fue con el tema que ha pegado a Él Alfa Lo que yo diga. Y ahí dije adiós. Era medianoche.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).
[…] Bailarinas. Bailarines. El público aplaude y corea el tema Banda de camión. “Daaaameee, dame banda!”, canta la gente. La nota completa aquí… […]
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