Hace pocos días, en la entrega del Galardón Luis Augusto Caminero de la Asociación de Prensa Turística (Adrompretur), el ministro de Turismo Francisco Javier García expresó muy sabiamente que “Hay que blindar el turismo, pero no son el Ministerio de Turismo, los hoteleros, dueños de restaurantes, ni los tour operadores receptivos que tienen que hacerlo, es el pueblo dominicano que tiene que blindar el turismo, porque ya es un patrimonio nacional”.
Y hay que blindarlo también desde el punto de vista legal. La necesidad imperiosa de una nueva Ley de Turismo debe dar al estado dominicano mayor poder de defender los intereses del país.
Cuando termine 2019 el país tendrá una disponibilidad total de unas 85 mil habitaciones, eso solo en los hoteles y Resorts de tamaño considerable, sin tener en cuenta pequeños hoteles en pueblos pequeños del país.
El turismo es una industria inclusiva y que aporta de manera directa, indirecta e inducida el 22.5% del Producto Interno Bruto del país, según ha dicho Paola Rainieri, presidenta de la Asociacion de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores).
La meta de traer al país 10 millones de turistas en un año, es algo no solo para lograr cuando se logre, sino mantenerlo y hacerlo crecer.
Es por ello que se hace imprescindible seguir acercando a esa meta los estudios científicos que sirvan de herramienta para mantener el crecimiento, entender los riesgos, prever obstáculos, aprender a ver con mayor exactitud al menos con cinco o diez años adelante.
Insisto que uno del los acápites de mayores posibilidades de crecimiento y potencial de aporte internacional está en el turismo cultural, y en el turismo de congresos. En el país existen excelentes instalaciones para ambos tipos de turismo, que realmente son dos d e los segmentos que menos se explotan. En el segundo de ellos, el de congresos y eventos, Panamá nos ha tomado la delantera.
La Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA, por sus siglas en inglés) ha informado que, por ejemplo para Estados Unidos, este tipo de turismo representa el 34% de sus ingresos turísticos. Hace dos años, en Latinoamérica la actividad realizaba un promedio de mas de mil 800 reuniones organizadas y movía más de $800 millones de dólares al año.
República Dominicana es ducha en muchos acápites en los cuales podría atraer más turistas, incluso con eventos que ya existen y que lo único que necesitan es promoverlos internacionalmente a través de las ferias y en acuerdos con agencias turísticas receptivas aquí y de ventas en otros países.
Por ejemplo: los festivales de cine. El Festival de Cine Global Dominicano y el Festival Internacional de Cine de Fine Arts, promovidos con un año de antelación, pueden ir aportando cada vez más turistas que congresos que vengan pagándose los gastos y sus credenciales a esos festivales que les den entradas a todos los eventos.
Otro renglón interesante: El Ministerio de Deportes podría organizar congresos internacionales relacionados con el voleibol femenino. Por ejemplo, una Fiesta Internacional del Voleibol Femenino, que un día incluye un panel internacional de periodistas especializados en voleibol, otro de medicina deportiva, una exhibición de las integrantes del mejor equipo del mundo, firmas de autógrafos, etc. Una competencia internacional, que invite dos o tres equipos destacados del orbe. Seguramente viajarían al país muchísimos de los seguidores y estudiosos de ese tema.
El Ministerio de Cultura, a través de su Dirección de Patrimonio debería realizar al menos un congreso anual que tenga que ver con el choque de culturas que significó la llegada del Almirante Colón por el lugar que él llamó La Isabela. Este tipo de congreso puede reunir a historiadores, paleontólogos, antropólogos, coleccionistas, etc. Su amplitud de miras en cuanto a los temas que se aborden pueden llegar hasta el día de hoy.
Hablando de turismo cultural, normalmente en República Dominicana se realizan conciertos internacionales y hasta festivales que muchas veces tienen determinados su line-up con tiempo de antelación. Uno de los que históricamente más cantidad de personas ha traído ha sido Electric Paradise y Barbarella, sobre todo desde España. Pero sería importante que eventos como el Festival Presidente, que organiza la Cervecería Nacional Dominicana, o el recién concluido Latin Music Tour que se acaba de realizar en Punta Cana el pasado fin de semana, sean capaces de multiplicar la llegada de turistas de Europa, Japón y otros países. eso se logra ampliando la red de agencias relacionadas. Sus organizadores conocen bien el negocio. Pero en cuanto a este tipo de turismo, es impresionante lo que se puede lograr. Eso sí, es necesario diversificarlo. Promover cada vez más de manera organizada y coherente el Carnaval de La Vega es un capítulo pendiente. Y crear festivales relacionados con algunos de los ritmos más pegados internacionalmente.
Otros países se están comiendo los dulces que le corresponderían, por derecho propio a República Dominicana.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).