Ricardo Montaner acaba de brindar en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo, en la noche de este sábado, de la mano de César Suarez Jr., el mejor de los conciertos suyos brindados hasta la fecha en República Dominicana.
Sonido, puesta en escena, luces, diseños de pantalla, sorpresas y una selección de 24 canciones bien pensadas, con una dramaturgia perfecta.
Cuando comenzó el concierto, rompió a llover. Luego probablemente haya escampado. Pero cuando concluyó más de dos horas después, aún seguía lloviznando.
El inicio fue con una suavidad lírica y pespuntes de jazz para meterse en la balada romántica, de ahí sacudió los traseros con dos palos rítmicos caribeños por esencia y regresó a la balada con par de Bachatas intercaladas, luego temas nuevos, desconocidos, featurings con urbanos y de regreso a la vida cantos, himnos de adoración, hasta el final.
Cuando Ricardo Montaner apareció en la cima de la plataforma, cantando La chica del ascensor, remontó sus fanáticos a aquel disco suyo de 1990 titulado Un toque de misterio, realmente su cuarta producción discográfica.
Corazon fracturado. La gente ovaciona y más cuando el piano hace los primeros acordes de uno de sus clásicos: Será. El piano luego entrega a la guitarra y de ahí a los teclados mientras el público corea «Será la luna…» y la luna enorme entre nubes aparece en la pantalla led. Solo de guitarra.
La Banda con las tres coristas son de una calidad nítida de sonido. Y el público grita, entregado. Adonde va el amor, se pregunta. Los arreglos siguen siendo los mismos de siempre. A pesar del paso del tiempo no hay que bajar notas… al menos por ahora. Aquí otro bonito solo de guitarra.
El poder de tu amor, una y otra canción son coreadas por el público. Luego dijo de su amor a República Dominicana. «Este es el primer concierto que hago como dominicano», dijo.
Castillo azul. Solo de trombón y él sentado en una banqueta, luego la arrastra al otro extremo y canta. Solo con un beso. La pantalla muestra flores. Pone a cantar el público que lo sigue palabra a palabra.
Recuerda que la bachata acaba de ser declara Patrimonio de la Humanidad y la gente aplaudió. Y cantó Resumiendo, a ritmo de bachata.
Y la canción dice quiero llevarte a conocer Caracas y en ese momento dijo «Algún día volveremos a la Venezuela libre que todos queremos».
Cambia el ritmo con Cachita. Y cambio de ropa. Salió un joven a esperar.
Y entonces llega Conga, muy movida y con metales aguajeando. La apoteósis de ese momento de ritmo frenético.
Bésame, uno de sus temas más queridos, trajo de nuevo la tranquilidad en tiempo de bolero. Solo de saxo al final. La cantó a horcajadas en la banqueta. Debería montarla en bachata con algunos bachateros dominicanos y hacer un remix de ella.
Honda, Convénceme también fueron coreadas. «Esta canción no es mía y de vez en cuando me robo una de algún amigo y la siento como si fuera mía». Y cantó Aunque ahora estés con él.
El público, que nunca dejó de corear también cantó Hombre normal. Me va a extrañar fue la penúltima antes del falso final con Tan enamorados. Al final. «Compatriotas» dijo y se despidió.
La orquesta regresó y se instaló de nuevo. «Buenas noches, como están? Todo bien. En el camerino le contaba a los muchachos que el ensayo que acabamos de hacer está muy buebo y que es hora de que comencemos con el show. Me dejan estrenar una canción. No importa si me equivoco porque no la conocen. Pudiera decir que esta es una de mis canciones más preferidas de siempre. Cuando me vaya la dejaré en la emitirás para que se la aprendan y cuando regrese podamos cantarla juntos. Se llama Te adoraré. Si el final fuera el principio», para mí.
Vasito de agua, el tema que grabó con Farruko, fue la segunda ñapa de Montaner en un concierto podría decirse que perfecto.
¿Qué vas a hacer? es otra que pudiera ser una bachata. Esta vez el dúo es con J Balbin.
No sé si alguna vez conté esta historia. Cuando fui a grabar esta canción en Madrid salí en un vuelo de Caracas a España y solo tenía la melodía y cuando llegara tenía que grabar la letra que no existía. Los que escribimos canciones a veces tomamos historias ajenas. Me inspiré en una pareja que ella partió al cielo. Y él se quedó totalmente solo, devastado. Me inspiré en esa historia y esa noche escribí esta canción. Y cantó con el coro de quienes llenaron la Media Naranja, Déjame llorar.
Seguían pasando los años y este amigo seguía solo. Decidí con Ilan Chester escribir la respuesta de ella a él desde el cielo: Al final del arcoíris. Al terminar dijo «Se acabó», pero la gente protestó.
«Me siento muy pero muy emocionado. Más que en otras ocasiones. Muchas cosas que sucedieron esta semana recibiendo expresiones de amor y de cariño. Quizás no vuelva a dar otro concierto aquí hasta dentro de unos años. Pero somos vecinos», manifestó. Entonces habló de los muchachos que trabajan con él a quienes saludó en el público. La Gloria de Dios cantó junto a su hija Eva Luna. «Se nos casa en febrero»,- anunció.
«Esta es la primera vez que cantó aquí siendo dominicano y esta es la última vez que cantas conmigo siendo soltera», le dijo a Evaluna.
Cerró con La Cima del Cielo y envuelto en la bandera dominicana. Todavía agradeciendo y envuelto en una gran ovación. Nada, un concierto perfecto. ¡Digo yo!
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).