La ceremonia de entrega de premios de la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín 2022 ha tenido lugar la noche del 16 de febrero en dicha ciudad alemana y hubo un idioma predominante entre los ganadores, el español. Tras el visionado de las dieciocho películas seleccionadas para la competición, el jurado internacional, presidido por M. Night Shyamalan, y acompañado por el director Karim Aïnouz, el productor de cine franco-tunecino Saïd Ben Saïd, la directora alemana Anna Zohra Berrached, el cineasta y escritor zimbabuense Tsitsi Dangarembga, el director japonés Ryûsuke Hamaguchi y la actriz Connie Nielsen.
El filme Alcarràs de Carla Simón, ha sido elegido por este grupo para llevarse el Oso de Oro del festival en su edición 2022. La cineasta, de 35 años, es la primera directora española que gana un gran festival, y como con su ópera prima Verano del 1993, lo hace con una película ligada a su familia y su tierra. M. Night Shyamalan, presidente del jurado, habló de la maravillosa combinación de actores amateurs de varias generaciones y el estilo visual creado con una cámara pegada al suelo.
La carrera de Carla Simón comenzó justo en este certamen en febrero de 2017, cuando Verano 1993 se alzó con el premio a la mejor ópera prima de todas las secciones, tras ganar también el premio al mejor largometraje de la sección en la que participaba, Generación Kplus.
Con Alcarràs, la cineasta ha seguido explorando su propia historia y la de su familia, en esta ocasión la de su madre, dedicada al cultivo de frutas de forma artesanal, un negocio que vive sus últimos días debido a la caída de los precios. «Sentí un deseo muy fuerte de retratar un mundo que se acaba, el que vive de recoger melocotones y paraguayos (una especie de melocotón aplastado)», dijo durante la rueda de prensa en Berlín.
De ahí el título, en honor al pueblo donde residen sus primos y tíos (la película es también un homenaje a su abuelo fallecido): Alcarràs, una localidad de casi 10.000 habitantes al oeste de Lleida, en la comarca del Segriá, que vive principalmente del cultivo de frutas. «Dados los tiempos que corren, los agricultores están convenciendo a sus hijos para que no sigan con la fruta, porque la compran a un precio inferior a su coste. Por mucha pasión juvenil que haya, su fin está claro», afirma la cineasta.
Natalia López Gallardo, directora nacida en Bolivia y de nacionalidad mexicana, ganó este miércoles el Oso de Plata, con su nueva película Gem Mantle. La película, escrita, dirigida y coproducida por la propia López Gallardo, aborda el tema de las desapariciones y la violencia del narcotráfico desde la experiencia de tres mujeres: María, Isabel y Roberta.
Isabel, interpretada por Nailea Norvind, está pasando por un proceso de divorcio y se instala con sus hijos en una zona rural donde descubre que su ayudante María, interpretada por Antonia Olivares, está buscando a su hermana desaparecida. «Va a hacer un año que la buscamos», le dice esta última. Isabel ofrece entonces toda su ayuda para encontrarla, y en el difícil proceso se cruzan con la comandante de la policía de la zona, Roberta (interpretada por Aída Roa), cuyo hijo ha sido vinculado al crimen organizado. El hijo, Adán, es interpretado por Juan Daniel García Treviño, conocido en México por ser el protagonista de la película de 2019 Ya no estoy aquí. Isabel no sólo se encontrará con los riesgos de los narcotraficantes en su búsqueda, sino también con la interminable burocracia del Estado para exigir justicia. Según cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, al menos 94.000 personas han desaparecido en México desde 1964.
«Más que de la violencia o el narcotráfico, la película habla del miedo que se puede generar en una sociedad donde no hay un proyecto en común, donde la gente va a la deriva, donde sólo quiere salvar su pellejo y nadie piensa en el bien común», cuenta la directora desde Berlín en una rueda de prensa.
Natalia López Gallardo ha dicho que para su película se ha inspirado en historias de vida del estado mexicano de Morelos, donde vive desde hace 13 años. «He sido testigo del progresivo derrumbe del tejido social», explica en un comunicado. «Tengo dos hijos y me imagino, medio soñando, a través de la niebla, la vida cotidiana de los padres con hijos asesinados o desaparecidos, lo cual es suficiente para provocarme la más oscura de las tristezas».
El premio a López Gallardo es un símbolo más de la atención internacional que han comenzado a absorber las mujeres en el cine mexicano, y que ya no sólo ganan los llamados tres mosqueteros del cine mexicano (Del Toro, Iñárritu, Cuarón).
El año pasado fueron premiadas y celebradas por la crítica dos excelentes películas de directoras mexicanas que también abordan el tema de la violencia en México a partir de la historia de vida de protagonistas femeninas -Noche de fuego de Tatiana Huezo, y Sin señales particulares de Fernanda Valdez. En la Berlinale, además, se estrenaron otras tres películas de directoras mexicanas: Norte sobre el vacío de Alejandra Márquez Abella, El reino de Dios de Claudia Sainte-Luce, Alma y Paz de Cris Gris.
Y sin dejar de lado a las nuevas generaciones, el largometraje documental colombiano Alis, de Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck, ha sido anunciado como ganador del Oso de Cristal, Premio del Jurado Joven, a la mejor película de la competición Generation 14plus.
El segundo largometraje documental de Weiskopf y Van Hemelryck (Amazona), que se estrenó mundialmente en la Berlinale, sigue a ocho adolescentes que viven en un internado público de Bogotá y que sueñan con Alis, un personaje de ficción. A medida que sus voces se entrelazan, el personaje cobra vida revelando sus experiencias pasadas, sus sueños y sus sufrimientos. El inocente juego se convierte en una pesadilla en el que la inocencia se va disipando paulatinamente hasta verse de frente con una dura realidad, pero sin dejar de lado sus sueños de juventud.
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