Distintos medios internacionales dan cuenta que 16 niños venezolanos -entre ellos un bebé de 4 meses de edad- que habían llegado a Trinidad y Tobago fueron rechazados y deportados en botes precarios por las autoridades, que además los separaron de sus padres. El grupo está desaparecido en altamar.

La deportación que tuvo lugar en la zona de Peñeros en medio de una tormenta está siendo rechazada por la comunidad internacional, ya que muchos niños habría sidon deportados sin sus padres y las embarcaciones podrían haberse quedado sin combustible en altamar.

Mientras tanto, se supo que un juez de la Corte Suprema ordenó a la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago que devuelva a la isla a los niños.

Desde el domingo se desconoce el paradero de estos 16 niños. La deportación tuvo lugar al mediodía del domingo, cuando el grupo salió en bote desde Cedros, en Trinidad, cuyas autoridades
ignoraron un recurso de habeas corpus introducido por la defensa de los menores. Trinidad y Tobago es signataria y ha ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención sobre Refugiados de 1951, dos instrumentos que “protegen a migrantes y refugiados contra la devolución”.

Muchos trinitarios emigraron a Venezuela por décadas en busca de trabajo y estudio para superar la pobreza que padecían en su isla. Se les recibió con los brazos abiertos. Hay pedidos a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que intercedan ante las autoridades de Trinidad y Tobago.

Detrás del cruel hecho, cuyo desenlace podría ser fatal, se encuentra el endurecimiento de los controles de entrada del país por parte de las autoridades de Puerto España, debido a la pandemia de covid-19. El número de contagiados por coronavirus ha aumentado en los últimos meses y semanas.

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