SD. La clase periodística sigue en espera de que la justicia entre a las vidas de las comunicadoras Deyanira López e Indira Vásquez, agredidas ambas en casos diferentes, por hacer su trabajo.
Casi 700 periodistas y reconocidos comunicadores han reclamado a la Suprema Corte de Justicia y a la Procuraduría General de la República aplicar todo el peso de la ley contra los que pisotearon la libertad de prensa al agredir de forma salvaje a la periodista Deyanira López, reportera de CDN.
Vianco Martínez, veterano periodista viajó expresamente a Santiago a hacer entrega de un documento de apoyo a la reportera agredida, en el cual se recuerda que “Deyanira López fue atropellada mientras realizaba su trabajo, un trabajo que está amparado por la Constitución de la República, y alguien tiene que pagar por eso”.
Deyanira López resultó agredida mientras cubría las incidencias de un proceso judicial contra Joel Rodríguez, acusado de asesinar a su padre, el empresario Alejandro Rodríguez. Como responsables del hecho son señalados Leydi Beatriz Adames Solano, Lenny Manuel Francisco Portorreal y Carmelo Tavárez.
Entre los 692 periodistas y comunicadores que firman la carta de respaldo a López -y a la vez de reclamo de justicia- figuran: Abinader Fortunato, Andrés L. Mateo, Vianco Martínez, Faride Raful, Adalberto Grullón, Alba Nelly Familia, Alfonso Quiñones, Alexei Tellerías, Altagracia Ortiz, Altagracia Salazar, Amelia Deschamps, Diurka Pérez, Américo Celado, Ana Mitila Lora, Anibelca Rosario, Edith Febles, Eloy Tejera, Elvira Lora y Tania Molina.
También, Francis Mesa, Franklin Guerrero, German Marte, Jhonatan Liriano, Juan Bolívar Díaz, Julia Flores, Leonora Ramírez, Panky Corcino y Lisania Batista. También Millizen Uribe, Milton Tejada, Néstor Estévez, Nicanor Leyba, Ricardo Nieves, Rafael Peralta Romero, Ramón Colombo y Robert Vargas.
Más de un año en espera por la justicia
Al entregar el documento, la delegación, encabezada por Vianco Martínez, reclamó justicia también para el caso de Indira Vásquez, la reportera de Teleuniverso agredida junto al reportero gráfico José Manuel Cruz, el 26 de mayo de 2017.
“Hace un año y once días que Indira lucha contra un complejo entramado de poder para que se haga justicia. Para que Pedro Juan Reyes, el empresario arenero, contratista del Estado y agresor de periodistas, sea castigado por lo que hizo. Pero todavía no ha logrado prácticamente nada”, enfatizó Vianco, quien siempre se ha destacado por poner sobre relieve los sacrificios de los periodistas en su labor.
La entrega del documento se llevó a cabo en la filial del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP). Estuvieron presentes reporteros de Santo Domingo, así como de las provincias Puerto Plata, Espaillat y Hermanas Mirabal.
Declaración leída por Vianco Martinez al entregar a Deyanira Lopez la carta de solidaridad de los periodistas
«Hoy hemos venido a Santiago de los Caballeros, la tierra de Deyanira López, la tierra de Indira Vásquez, otra periodista víctima de agresión mientras ejercía su oficio de reportera, y la tierra de un activo ejército de periodistas, a entregarle esta carta de solidaridad que hemos redactado con firmeza, una carta para decirle a Deyanira que no está sola, y que su lucha es la de todos los periodistas que creen en la libertad y que tienen conciencia de su responsabilidad social.
La reportera Deyanira fue atropellada mientras realizaba su trabajo –un trabajo que está amparado por la Constitución de la República- y alguien tiene que pagar por eso.
Ver a Deyanira golpeada con una furia desproporcionada, desconsiderada con alevosía y salvajismo en un escenario noticioso, fue un espectáculo triste que nunca podremos olvidar.
También hemos venido a pedirle a las instancias judiciales que conocen el caso que no permitan que las personas que protagonizaron ese espectáculo tan decadente, queden impunes y se vayan para su casa como si no hubieran hecho nada.
Aunque estamos acostumbrados a eso, nos preocupa profundamente que la justicia esté tratando a los agresores de Deyanira con guantes de seda, haciendo que éstos, sabiéndose beneficiados con tanta “amabilidad” judicial, se burlen de su víctima, lo que equivale a burlarse de todo el periodismo y de toda la sociedad que observa el proceso.
Todos sabemos que a la justicia dominicana hace tiempo se le murieron los caballos en el camino. Es muy larga la lista de periodistas y comunicadores que, víctimas de violencia mientras realizaban su trabajo, han quedado con el sabor amargo de no obtener justicia ni la debida reparación moral, mientras sus victimarios se fueron a su casa muertos de la risa.
Nosotros queremos justicia para Deyanira López, pero justicia verdadera. No el aguaje de justicia a que nos tienen acostumbrados muchos jueces y fiscales. Ni la patética comedia montada en ocasiones para bajar la presión pública y no para poner las cosas en su lugar frente a los violadores de la ley.’
La desesperanza de este país tiene el nombre de la impunidad y no podemos seguirla alimentando con decisiones judiciales lastimosas y patéticas.
Queremos aprovechar este momento para referirnos al caso de la agresión a la reportera Indira Vásquez y el reportero gráfico José Manuel Cruz, ocurrida la tarde del 26 de mayo del año pasado mientras preparaban un reportaje para Teleuniverso, el canal donde laboran.
Hace un año y once días que Indira lucha contra un complejo entramado de poder para que se haga justicia. Para que Pedro Juan Reyes, el empresario arenero, contratista del Estado y agresor de periodistas, sea castigado por lo que hizo. Pero todavía no ha logrado prácticamente nada.
Ese espectáculo de una reportera, que una tarde salió a buscar historias para contárselas a Santiago y a todo el país, y que terminó pateada como una basura en una cuneta; ese espectáculo de una ciudadana golpeada que va de puerta en puerta, y de instancia en instancia sedienta de justicia, sin que nadie le haga caso, hablan de una sociedad decadente a la que el dinero secuestra sus valores.
Indira está de pie frente a la injusticia, y no podemos dejarla sola.
Y ahora, un secreto al viento para que el viento lo lleve al lugar que corresponde, y para que las personas que están sentadas en el lugar “que corresponde”, después no digan que no se lo dijeron:
Si seguimos por donde vamos y dejamos que los funcionarios del Ministerio Público y el Poder Judicial sigan aplicando la justicia en forma selectiva y regalando impunidades y cortesías en cada caso, pronto, muy pronto, vamos a dejar de ser un país para convertirnos en un revolcadero de burros.
Santiago de los Caballeros
5 de junio de 2018»
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