Raúl junto a Blanca, Café Gijón, 2015 (Foto: Alfonso Quiñones)

PROSA BLANCA

Era un corazón sin fruto
sin muralla, en la angustiosa
hora en que falta una rosa
y la rosa que llegó
era una rosa de luto.
Era un viejo corazón
era muy fácil rimarlo
lo dramático era amarlo
y aquella rosa lo amó.
De ese amor nació esta prosa
incoherente, sin medidas
y este amor, y las heridas
que se causaron los dos.
Ellos hablaban de Dios
y de nombres que se borran
y de personas que pasan
como la vida, azarosa
y era Blanca aquella rosa.
Aquel corazón, soy yo.

(Del libro Estudios de la naturaleza (1997))

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