MIAMI.¿Cuándo es legítimo el poder y cuándo es abusivo?
Para entender la violencia doméstica, hay que entender la manera en que circula el poder en las relaciones y esto no es tan sencillo. El poder no es malo, organiza las relaciones y nos permite coexistir de forma organizada. Pero hay formas de poder legítimas y otras abusivas. ¿Cuál es el límite entre una y otra? ¿Quién lo establece?
El poder resulta abusivo cuando vulnera o lesiona un derecho del otro. El uso del poder en contra de otro más débil, es violencia y abuso.
¿Sabías que las personas sometidas a violencia tienden a deprimirse?
El objetivo principal de todo acto de violencia es lograr el control de la otra persona. Hay una relación directa entre depresión y violencia; personas sometidas a violencia tienden a deprimirse. Hoy en día sabemos que la depresión está relacionada con enfermedades muy serias como el cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes cerebro vasculares, etc. Esto es un asunto grave y si se toma en cuenta el daño que hace a la familia, a la pareja, a los niños y por ende a la sociedad, concluiremos que estamos ante una emergencia. Los hombres que ejercen violencia no vinculan el daño a la verdadera intención que hay detrás de esta conducta, que es controlar.
Diferencia entre agresividad y violencia
Agresividad y violencia no son sinónimos. Las conductas agresivas son parte de toda especie viva. Existen estructuras biológicas que al ser estimuladas disparan una respuesta agresiva. Esta agresividad aparece en situaciones como amenaza de territorio, fuente de alimentación, reproducción o la vida. Es una conducta de defensa frente a la pérdida de algo vital. La cultura regula la agresividad. No obstante, la conducta agresiva y violenta se aprende y los medios de comunicación están repletos de agresividad y violencia. Las consecuencias de esto ya las estamos sufriendo.
La violencia es diferente a la agresividad porque su objetivo es obtener control y poder. No es defender algo vital. Siempre está ligada al poder. Toda forma de violencia pretende mantener el poder que se tiene o aumentarlo. Una persona agresiva por lo general no es violenta. La agresividad es más genética, la violencia es más social, y en general, aprendida.
La violencia va hacia una persona que está en una posición inferior. Hay sometimiento de una a otra. Lo marca el dominio del abusador y la indefensión aprendida de la víctima atemorizada. Es una posición de rigidez y es casi imposible moverse de ahí. El diálogo no existe pues son solo monólogos-imposiciones, control y muchos sentimientos de miedo en la víctima.
Dra. Nancy Alvarez Psicología Clínica con maestría y post grados en terapia familiar de pareja y sexual. Miembro del Board Americano de Sexualidad y de APA.