Mi amiga del alma, Mari Santana, me llama para contarme de una amiga argentina, psiquiatra y psicoanalista, que venía a Miami y deseaba que la conociera. Y así fue. Quedé fascinada con la Dra. Cecilia Banchero y decidimos grabar algo para mis redes y mi canal de YouTube sobre la infidelidad financiera.
Se piensa que, para ser infiel, siempre debe tenerse sexo. Nada que ver. La infidelidad es realmente faltar a la confianza básica, como dice Walter Riso. Además, somos infieles cuando ponemos en primer lugar el dinero, el fútbol, la familia, los amigos, etcétera, antes que la pareja. Somos infieles de muchas formas.
Recordé lo que siempre hablaba con mi recordado Joaquín Disla en nuestros programas sobre «Los amantes de la pareja». Si su marido da el primer lugar en su vida a su hijo, por ejemplo, tiene un «amante» al que dedica más tiempo que a su mujer. Se resume fácil: nadie puede estar más cerca «emocionalmente» de su pareja que usted. Todo lo que compita con esa relación se convierte en conflictos y termina destruyéndola.
Lo que define una relación es que su pareja es lo primero, que existe sinceridad, confianza e intimidad. Si le oculta algo, si le miente, está siendo infiel.
La Dra. Cecilia Banchero define la infidelidad financiera: aparece cuando, en una pareja, uno de los dos miembros oculta algún dinero, hace compras sin consultar al otro, tiene tarjetas de crédito que no sabemos, hace gastos y no se lo cuenta al otro, o gasta el dinero de forma ilícita en una vida paralela con otra mujer o familia… Son todas aquellas situaciones donde la pareja no habla abiertamente de los gastos, incluidas también las compras compulsivas, cosa muy común en la mujer. Entonces, aparecen situaciones que terminan en grandes deudas y esto conduce a crisis que pueden terminar hasta en divorcio.
Se llega al divorcio porque, además de la infidelidad financiera, tenemos mentira, deslealtad e injusticia relacional. Quien engaña con dinero, nos roba y abusa. Además de sernos infiel, nos traiciona, nos oculta cosas y rompe la confianza básica. Vienen las peleas, las discusiones y se afecta la familia entera, no solo la relación de pareja.
Una de las consecuencias de este tipo de infidelidad es que la sexualidad desaparece. Para disfrutar, debemos estar comunicados emocionalmente y confiar en el otro. El sexo y el orgasmo requieren una relación con el otro, confiar y entregarse, algo muy difícil si nos sentimos engañados.
Si queremos tener una relación toda la vida, debemos basarla en la verdad. Busque ayuda urgente si este es su caso. La mentira es una sábana larga, pero estrecha. Te arropas con ella, y al moverte se te salen los pies.
Dra. Nancy Alvarez Psicología Clínica con maestría y post grados en terapia familiar de pareja y sexual. Miembro del Board Americano de Sexualidad y de APA.