La mayoría llegamos a creernos los cuentos de hadas. Aquellos donde la doncella esperaba por su príncipe azul para llevarla al altar. Así no es la vida cotidiana. Hoy, terminamos sustituyendo al personaje mágico por una carrera o un trabajo.
Un estudio sobre las solteronas en Estados Unidos, mencionado en el libro “Spinsters”, indica que el 44% de las mujeres de edad “millenials”, entre 18 y 27 años, se sienten realizadas y contentas con su soltería. La mayoría están enfocadas en sus carreras o en pasarla bien, sin compromiso alguno. Sin embargo, el 59 % opina que la vida es mucho más difícil para una mujer soltera, especialmente las mayores de 28 años.
Si lo que usted más desea es una relación y un compañero cómplice, amigo, amante, y aún no lo tiene, es tiempo de examinar la relación consigo misma. Es la única que nos perdurará toda la vida.
Hablo por experiencia propia. Por muchos años, pese a una autoestima bien alta y una exitosa carrera, comencé a creer el cuento negativo de muchas amigas solteras que habían sufrido daños emocionales, debido a una relación que no funcionó. Incluso, me apunté como presidenta del club “Guerra contra todos los hombres”, y pasaron muchos años antes de que me abriera al amor y sus posibilidades.
Me preparé para esa posibilidad, pero no sin antes haber trabajado mucho en la relación que tenía conmigo misma. Me ayudó haber estudiado “La ciencia de la mente”, de Ernest Holmes, y la versión simple practicada por Louise L. Hay. Crecí tanto con este método que pedí al universo poder compartirlo como líder de talleres. Desde hace unos años tuve el privilegio de ser entrenada como maestra y avalada por la propia Louise L. Hay.
Los nueve puntos que componen esta filosofía son:
Lo que damos, recibimos. Haz por los demás, lo que te gustaría que ellos te hicieran.
Lo que creemos acerca de nosotras y de la vida, se convierte en nuestra realidad. Con frecuencia asumimos las creencias limitantes de nuestros padres o de la sociedad.
Nuestros pensamientos son creativos. Un pensamiento aislado no hace la diferencia, pero crece cuando comienzas a manifestarlo, una y otra vez.
Merecemos ser amados. No tenemos que “ganarnos” el amor, ni el derecho a respirar. Respiramos porque existimos. Somos amorosos porque existimos.
Auto-aprobación y auto-aceptación son las claves de los cambios positivos. Cuando estamos enojadas con nosotras, cuando juzgamos todo lo que hacemos, nuestras vidas nunca funcionan.
Podemos soltar el pasado y perdonar a todos. El pasado solo existe en nuestras mentes. Aferrarse a viejas heridas es castigarnos.
El perdón abre la puerta hacia el amor. El amor es la meta. Llegamos través de la puerta del perdón.
El amor es la fuerza sanadora más poderosa que existe. El amor estimula nuestro sistema inmunológico. No podemos sanar, ni estar completos en una atmosfera de odio. El amor nos permite desplazarnos de víctimas a ganadores.
Solo tienes que estar dispuesta. No tenemos que esperar a saber cómo hacer todas estas cosas. Lo que necesitamos es estar dispuestas. Nuestros pensamientos son creativos.
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Dra. Nancy Alvarez Psicología Clínica con maestría y post grados en terapia familiar de pareja y sexual. Miembro del Board Americano de Sexualidad y de APA.