China, además de preparar su propia estación espacial, ha sido el primer país en lograr el primer aterrizaje de una nave en la cara oculta de la Luna y la nave Chang’e 5 acaba de traer a Tierra las primeras muestras de suelo lunar recogidas desde hace casi medio siglo.
Sin embargo en la cápsula había más material: semillas de orquídeas, alfalfa, avena y arroz. Y estas últimas han conseguido germinar durante su estancia en la Luna, según informó el programa de investigación lunar chino (CLEP), que ha mostrado los brotes.
La nave Chang’e 5 tuvo 22 días de misión y logró traer muestras de suelo lunar por primera vez en 43 años. También había semillas en un contenedor especial a bordo de la sonda, el primer cultivo aerospacial conseguido por China, recuperado junto a los restos de rocas el pasado 17 de diciembre. «El despliegue del experimento de mutagénesis en el espacio profundo es un hito importante para mejorar las cosechas», expresó el comunicado oficial.
Expuestas a la radiación cósmica y a gravedad cero, algunas semillas pueden mutar y producir mayores rendimientos y una mejor calidad cuando se vuelven a plantar en la Tierra, según aseguran los científicos chinos. Sin embargo, de momento no se puede predecir si estos granos acabarán mutando o la forma en que lo harán, y habrá que esperar a su cultivo y las posteriores investigaciones.
China ya había conseguido germinar semillas en la Luna. La anterior misión, la Chang’e 4, transportaba granos de colza, arabidopsis, levaduras e incluso huevos de la mosca de la fruta. Ninguna prosperó, salvo una semilla de algodón, que comenzó a crecer dentro del «huerto espacial» en el interior de la nave. Sin embargo, pocos días después la agencia espacial china informaba de que la planta no había conseguido sobrevivir a la noche lunar.
La Chang’e 4 aterrizó en la Luna el 3 de enero de 2019 y aún permanece allí, por lo que estuvo sometida durante más tiempo a las inclemencias del «tiempo» lunar, en las que las temperaturas pueden variar entre los 130 grados positivos y los 170 grados bajo cero. Además, al no existir atmósfera, la radiación es muy alta.
La Chang’e 5 estuvo unas tres semanas en el espacio y tan solo una de ellas sobre la superficie lunar, además de que las semillas ya germinadas se plantarán sobre suelo terrestre al haber sido recuperadas.
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