BOSTON. Un equipo de científicos comandados por Howard I. Scher, un destacado autor de artículos científicos e investigador de temas oncológicos relacionados con la próstata, dio a conocer un estudio según el cual una proteína, detectable mediante un análisis de sangre, ayuda a predecir la respuesta terapéutica en pacientes con cáncer de próstata metastático. En concreto, la presencia de la molécula potenciaría la eficacia de la quimioterapia, mientras que su ausencia favorecería el tratamiento con inhibidores hormonales.
La revista Jama Oncology, que se publica online, ha dado a conocer las conclusiones de un trabajo realizado por Glen Heller y su equipo, del Centro para el Cáncer Memorial Sloan Kettering en Nueva York, en colaboración con investigadores del Colegio Universitario de Londres y la compañía de diagnóstico molecular Epic Sciences con sede en San Diego, California.
El estudio se realizó entre el 31 de diciembre de 2013 y el 1 de septiembre de 2016, y en el mismo participaron 142 hombres, de entre 60 y 80 años de edad, tratados previamente con supresores de andrógenos, hormonas masculinas que contribuyen al desarrollo y crecimiento de los tumores de próstata. Por consiguiente, su inhibición constituye la primera línea de tratamiento para este tipo de neoplasia. En ocasiones, sin embargo, las células cancerosas desarrollan resistencia a dichos fármacos represores y proliferan de nuevo. Ello plantea la necesidad de diseñar nuevas pautas de medicación, si bien, hasta la fecha, no existe criterio alguno a fin de seleccionar la mejor opción.
La necesidad médica fue la que llevó al desarrollo de un nuevo ensayo que permitiera analizar y predecir la respuesta al tratamiento de las células tumorales circulantes, responsables de la expansión del cáncer.
Según los resultados del estudio, la administración de quimioterapia dobló la esperanza de vida de aquellos pacientes cuyas células expresaban, en su núcleo, la proteína variante 7 de corte y empalme del receptor de andrógenos, AR-V7 por sus siglas en inglés. En cambio, una segunda dosis de fármacos antihormonales prolongó 7 meses la supervivencia de los enfermos AR-V7 negativos.
Heller y sus 15 colaboradores se han propuesto evaluar en el futuro la posibilidad de realizar la prueba en etapas más tempranas del cáncer, para diseñar estrategias terapéuticas personalizadas, a la vez que estudiarán su aplicabilidad en otros tumores, como los de mama o pulmón.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.