La plataforma conservadora Parler, que ha servido de medio de comunicación interno entre Trump y sus seguidores, anunciaba el viernes una «MARCHA ARMADA SILENCIOSA HACIA EL CAPITOLIO DE WASHINGTON Y LOS CAPITOLIOS ESTATALES» para el 17 de enero.
Según se supo este domingo en horas de la tarde, tanto Google como Appel y Amazon sacaron la plataforma de sus servicios. De hecho, un comunicado enviado a los medios por Amazon, explicaba que «no puede proveer servicios a un cliente que no puede identificar y eliminar de manera efectiva el contenido que alienta o incita a la violencia contra los demás».
«Debido a que Parler no puede cumplir con nuestros términos de servicio y plantea un riesgo muy real para la seguridad pública, planeamos suspender la cuenta de Parler a partir del domingo 10 de enero, a las 11:59PM PST», dice el correo electrónico.
El propio Donald Trump ha amenazado con crear su propia plataforma.
De cualquier manera, la cadena NBC News también ha asegurado que los extremistas de ultraderecha en Parler y en la plataforma TheDonald están prometiendo un regreso a Washington para la investidura de Biden. Además, la NBC también ha publicado varios carteles de las múltiples manifestaciones previstas para el 17 de enero por el grupo de milicia de extrema derecha, el «Bugaloo bois».
Mientras el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence se niega, según sus asesores, a apelar a la Enmienda 25 de la Constitución, para destituir a Donald Trump, Twitter ha alertado de que en las conversaciones online de los partidarios de Trump parece vislumbrarse el intento de provocar más caos y violencia en Washington tanto antes como durante el acto de investidura, que tendrá lugar el próximo 20 de enero.
La plataforma justificó la suspensión permanente del perfil de @realdonaldtrump ante el temor de que se produzcan nuevos ataques contra el Capitolio en los días próximos a ese acto de investidura.
En su mensaje de alerta, Twitter hace referencia a recientes mensajes del presidente, así como a planes que «ya han comenzado a proliferar dentro y fuera de Twitter, incluyendo una propuesta de segundo ataque al Capitolio el 17 de enero de 2021».
El último tuit de Trump, enviado el viernes por la mañana (hora estadounidense) a sus 88,7 millones de seguidores dejó claro que el presidente saliente no asistiría a la investidura de Biden. Esa decisión, unida a un mensaje previo del director de redes sociales de la Casa Blanca, Dan Scavino, sobre «una transición ordenada» hacia la Administración demócrata «también puede servir de estímulo a aquellos que consideran participar en los actos violentos, pues creen que la investidura sería un objetivo ‘seguro’, ya que Trump no asistirá», sostiene Twitter en su declaración.
Horas antes de ese mensaje de alerta de Twitter el propio Joe Biden había expresado su total confianza en que los servicios secretos de Estados Unidos mantendrían a salvo el acto de investidura de cualquier intento de violencia.
«Una entidad totalmente diferente a la del Capitolio está a cargo de la inauguración: el servicio secreto. Tengo una gran confianza en el servicio secreto», resumió el presidente electo a los periodistas desde su ciudad natal de Wilmington, en el estado de Delaware.
Washington DC permanecerá bajo estado de emergencia hasta los últimos días de la presidencia de Trump, con cada vez más alertas sobre marchas armadas y posibles protestas violentas en los puntos más representativos de la ciudad.
Un portavoz del comité de planificación del acto de investidura de Biden ha explicado que no hay novedades tras ser preguntado sobre la amenaza de ataques al Capitolio el 17 de enero.
Una toma de posesión muy diferente
La toma de posesión de Biden ya de por sí limitada por la pandemia, parece que va a estar movida.
Biden ha instado a sus seguidores a no asistir al acto de investidura que se estima que atrajo a 1,8 millones de personas en 2009 cuando prestó juramento junto al presidente Barack Obama. En su lugar ha dicho que su equipo ha estado trabajando para ofrecer un evento virtual sin problemas, con el asesoramiento del Comité Nacional Demócrata. Incluso se espera que su propio personal sea escaso en número. Sólo los ayudantes más veteranos y los que han ayudado con la planificación de la inauguración asistirán al acto. A los demás se les pide que lo vean por internet o a la antigua usanza, por televisión.
Tal y como aseguran los medios, Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris deberán tomar cargos en el Frente Oeste del Capitolio, pero las gradas que habían sido colocadas a lo largo de la ruta del desfile están siendo retiradas. Y el personal ha levantado una valla de dos metros de altura alrededor de todo el Capitolio este jueves, después del enfrentamiento que dejó cinco muertos, incluyendo al oficial de policía del Capitolio Brian D. Sicknick.
La investidura de Biden se considera un evento de seguridad nacional especial.
Las entradas están siendo limitadas. El almuerzo inaugural en el Capitolio no tendrá lugar. El desfile en la Avenida Pennsylvania será virtual.
Por razones de seguridad, la ceremonia de investidura de Biden fue designada hace mucho tiempo como un evento de seguridad nacional especial por el Departamento de Seguridad Nacional. Eso significa que la planificación ha estado en marcha durante aproximadamente un año dirigida por el servicio secreto e incluye a la policía del Capitolio, el FBI, la policía metropolitana de Washington DC y otras fuerzas y cuerpos de seguridad.
Otros 6.200 miembros de la Guardia Nacional de seis estados limítrofes a la capital del país también estarán de guardia y podrán ayudar a la Policía del Capitolio y a las fuerzas de seguridad durante 30 días, en caso de que necesiten apoyo adicional.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.